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Consejos de cocineros para buscarle el quiebre a la inflación

Los colombianos, expertos en sortear de crisis tras crisis, tenemos oferta de muchos productos y alternativas a las que podemos acudir para en cierta medid

Independientemente de las polémicas políticas que se suscitan alrededor del encarecimiento del costo de vida en los hogares, es de todos conocido que este se ha encarecido ostensiblemente y debido al fenómeno inflacionario mundial, muchos productos nacionales e importados se han convertido en artículos de lujo en nuestras cocinas y alacenas. A pesar de esto, los colombianos, expertos en sortear de crisis tras crisis, tenemos oferta de muchos productos y alternativas a las que podemos acudir para en cierta medida “abaratar” en tiempos de alza de precios. Teniendo en cuenta esto, les presentamos algunos consejos de cocineros para buscarle el quiebre a la inflación.

1. Consulte los productos de temporada.

Colombia tiene el privilegio de contar con diferentes regiones geográficas, pisos térmicos y suelos prósperos que durante todo el año nos proveen gran variedad de productos sin que se sientan efectos graves por la escasez. Dicho esto, el consejo siempre es consultar que productos tienen una gran oferta y que esto se represente en la disminución de precios, con lo cual nos podremos ahorrar unos buenos pesos. Esto no solo aplica para productos del agro, toda vez que fenómenos como la subienda del Río Magdalena, generan sobreoferta en pescados.

2. Volver a las plazas de mercado y buscar promociones en grandes superficies, cadenas de supermercados y convenios con cajas de compensación.

Para nadie es un secreto que las grandes superficies y cadenas de supermercados tienen una carga prestacional alta, impuestos y costos administrativos que hacen que en muchos casos (no todos) se encarezcan algunos productos, de tal suerte que las plazas de mercado siempre sean una excelente alternativa a la hora de surtir nuestras neveras. Encontrar un vendedor de confianza con el que podamos regatear y pedir el popular encime es una fuente efectiva de ahorro.

De otra parte, las grandes superficies tienen excelentes promociones y descuentos que también nos pueden generar ahorro. Consulte también con su banco los días en que se pueden obtener descuentos por pago con tarjetas débito y crédito de ciertas franquicias. Así mismo, las cajas de compensación tienen descuentos con hipermercados ciertos días de la semana; es cuestión de ser un convertirse en un consumidor informado.

3. Buscar mercados campesinos

Los mercados campesinos cada día se posicionan entre los consumidores como una fuente para obtener productos de la mejor calidad, con precios bajos y sin el encarecimiento que generan los intermediarios. Adicionalmente, nuestro campesino está entendiendo que las técnicas de producción limpia, los productos orgánicos y las técnicas ancestrales de cultivos, son un valor agregado que cada día los consumidores valoran y remuneran muy bien, así que vamos a tener un producto sano, a buen precio y que aporta a nuestra salud.

4. Sustituir productos.

Los colombianos o en general los latinoamericanos somos sumamente recursivos y sabemos sacar provecho de las crisis. Un ejemplo de sustitución de productos, verbigracia cambiar las carnes por hamburguesas de lentejas o falafel de garbanzos, los cuales son muy buena fuente de proteína y de seguro serán mas baratos que la carne, pollo o pescado que cada día se encuentra a un mayor precio.

5. Elaborar productos caseros.

Muchos productos que encontramos en las tiendas y supermercados en general tienen un costo que cada día limita al consumidor, sumado a que la forma de elaboración los convierte en alimentos ultra procesados. Otrora nuestras madres y abuelas hacían sus propias mermeladas, conservas, pan, mantequilla de maní e incluso sus propios quesos y embutidos. Volver a esas costumbres de antaño nos va a hacer rendir nuestros presupuesto y le estamos aportando a una alimentación mas sana para nuestras familias. En internet encontraremos recetas fáciles y económicas para elaborar estos y más productos

6. No desechar productos en buen estado

En un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO, se evidencia que en el mundo se desperdician más de 1.300 millones de toneladas de alimentos en buen estado al año. Desperdiciar alimentos es sacrílego en un mundo donde millones de personas mueren al año por hambre. En nuestro caso podemos preguntar en los Fruver y tiendas de barrio que productos están más maduros o cerca de llegar a su vida útil y por ende están en oferta, así podremos encontrar unos buenos precios. No obstante, debemos tener cuidado porque no es lo mismo comprar un tomate muy maduro que comprar lácteos o cárnicos cercanos a la descomposición. El buen juicio y la información sobre el particular nos hace tomar buenas decisiones al momento de nuestra compra.

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