Un caníbal recorre Europa, el caníbal del ciclismo. El domingo pasado asistimos a un hecho sin precedentes en el ciclismo moderno. Desde Hinault y Merckx no veíamos un corredor super clase que pudiera disputar las grandes vueltas y las clásicas con la fuerza y el poderío con el que lo hace Tadej Pogacar. El esloveno nos está acostumbrado a las grandes gestas y está convirtiendo lo que es anormal en lo normal, todo en medio de un ciclismo donde portentos físicos de 1,89 m como Van Aert ganan clásicas y realizan acciones memorables en el Mount Ventoux. Si alguien hace 5 años me hubiera dicho que vería a un doble ganador del Tour de Francia ganando el Tour de Flandes y conquistando su cuarto Monumento, le hubiera dicho que no dijera tonterías, esos corredores no volverían a existir en un deporte que se fragmentó en especialistas para cada tipo de carrera: los pedrusqueros, los ardeneros, los vueltómanos, escaladores, los cronoman, entre otras “subdivisiones”.
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Solo un corredor en la historia tiene en su palmarés los 5 Monumentos y las tres Grandes Vueltas, no es otro que Eddy Merckx a quien apodaron el Caníbal: 1 Vuelta a España, 4 Giros, 5 Tour de Francia, 2 Giro de Lombardia, 2 Tour de Flandes, 3 París Roubaix, 5 Lieja y nada más y nada menos que 7 Milán-San Remo. Los números son escalofriantes si sumamos vueltas de una semana y las demás clásicas, pero hablo de esto porque estamos ante el único ciclista que desde Eddy Merckx puede conquistar la triple corona y los 5 monumentos, estamos ante el tipo de ciclista que solo nace cada 100 años. Este año el esloveno logró un tercer puesto en la Milán San Remo solo por detrás de Ganna y Van Der Poel. Es probable que San Remo la termine conquistando en algún momento de esta década, la única incógnita para Pogacar es incursionar en la París Roubaix, una carrera más agresiva que requiere un biotipo más pesado para transitar sus particulares adoquines y sobre todo suerte, una competencia que necesita muchas variables que se conjuguen.
Hinault no pudo conquistar el Tour de Flandes y la San Remo, por lo demás ganó todo lo que se podía ganar de las joyas más apreciadas del ciclismo. Con Pogacar estamos ante el ciclista que nos devuelve a otra época, la época en la que existió un gran dominador, pero todo hay que decirlo, Pogacar no logrará los mismos números de Merckx porque tuvimos la suerte de vivir una generación en la que hay tres mosqueteros (Van Aert, Van Der Poel y Pogacar) que se hacen contrapeso en los cinco monumentos. También estamos en la época de Evenepoel y Vingegaard que pueden hacer un poco más difícil la vida al esloveno en las grandes vueltas.
Solo me resta decir que nuestros abuelos hablaron de Merckx, nuestros padres de Hinault y nosotros hablaremos de Pogacar.
Por: Camilo Téllez