La tortilla de patatas es uno de sus platos más representativos de la gastronomía española, es un infaltable la dieta de todas las familias ibéricas, que tiene muchas variantes como los pinchos, la tortilla rellena, la tortilla paisana y las tapas de tortilla. Este plato encuentra su génesis en las papas del nuevo mundo llevadas a Europa, a las que se suman los huevos de gallina y la cebolla, que no existían en la América precolombina. La tortilla es entonces, el resultado del encuentro de dos mundos.
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A pesar de lo importante que es la tortilla para los españoles, los historiadores no son coincidentes en su origen; algunos aseguran que en las crónicas de las indias ya se hablaba de que los Mexicas (Aztecas), vendían una suerte de tortilla en sus mercados, sin embargo, no se tiene certeza sobre el tipo de ave de la que venían huevos que se empleaban para su elaboración. De otra parte, los europeos conocieron la papa de mano de los Incas y fue llamada patata por los primeros, por su similitud con la batata o boniato.
Pese a la versión americana de la historia, la teoría más generalizada es la del origen de la tortilla en los pueblos vascos. Los vascos, pueblo enigmático que habita a cada lado de los Pirineos, se atribuye la creación accidental del mencionado plato. La historia se remonta a las Guerras Carlistas, concretamente en el sitio de Bilbao, cuando uno de los comandantes de los ejércitos reales llega a una humilde posada donde la única opción en la despensa eran papas y huevos. Allí surge por esos hermosos y deliciosos azares de la gastronomía, no obstante, inicialmente se circunscribe a la mesa de las familias más humildes, como quiera que las clases privilegiadas le consideraban un plato innoble. La bendita papa de América que tantas hambres le mitigó a Europa hizo que la tortilla española se extendiera incluso a las cocinas más acomodadas, pero esto solo ocurrió hasta los años 50 del siglo XX.
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En la actualidad, tal es la devoción de los españoles por su tortilla, que el mismísimo Joan Manuel la incluye en su canción Muchacha Típica: “Es esa muchacha típica cuya familia es la típica Familia “bien” del país. Anda esa muchacha típica Los domingos en la hípica y a las dos en José Luis”. Y es precisamente la taberna de José Luis a quien atribuye la democratización de la tortilla española entre las familias de la alta sociedad.
Como dato curioso, en la época de la dictadura franquista, los españoles tuvieron que aprender a comer tortilla sin papas, utilizando ingredientes como harina y la parte blanca de la cascara de la naranja, pues era tal la escasez de alimentos en este periodo negro de su historia, que la picaresca gastronómica tuvo que sustituir hábilmente los ingredientes faltantes.
Finalmente, dentro de una dieta balanceada y un consumo moderado, se puede concluir que, la tortilla española tiene grandes propiedades nutricionales provenientes de los carbohidratos de absorción lenta de la papa, la proteína de los huevos y las vitaminas, minerales y fibra que aportan la cebolla.