Opinión

El elogio desde el racismo

“Aunque Francia y su campaña no lo denunciaran, la Fiscalía General de la Nación, debería asumir esta denuncia de oficio y comenzar esta investigación”: columna de opinión del Mg. (Ph. D.) Julio Andrés Arévalo Méndez

Francia Márquez, candidata a la vicepresidencia de Colombia Foto: Juan Pablo Pino - Publimetro (Juan Pablo Pino)

El comentario de Paola Ochoa, periodista reconocida y quien fue fórmula vicepresidencial de Rodolfo Hernández por unas 30 horas, en contra de Francia Márquez es una señal inequívoca del racismo que amenaza, todos los días, a millones de personas en este país.

PUBLICIDAD

No se trata de un comentario inocente, ni desacertado; se trata de la conciencia profunda de una colombiana común y corriente, que ha interiorizado el racismo, de tal manera, que no le cabe en la cabeza que una mujer negra pueda llegar a vivir en el estrato 6, que es, además, para su forma de entender el mundo, una condición forzosa para poder aspirar a la Vicepresidencia de la República. La normalización de esa situación se comprueba en la celebración de la mesa de trabajo de su programa radial, quienes, entre risas, afianzan la burla y le ofrecen una suerte de justificaciones para robustecer la posición, llegando a descalificarla diciendo que cualquier mujer se vería mucho mejor que Francia.

La directora del periódico El Colombiano, Luz María Sierra, para tapar con la misma cobija de siempre a su compañera de trabajo, culpó a quienes nos molestamos por el agravio, argumentando que es nuestra poca inteligencia la que no nos permite entender el contexto en el que la periodista enaltecía a la candidata. Ese fue el argumento con el que, posteriormente, Paola armó una disculpa mediática, que se ha reproducido hasta el cansancio, explicando, a la manera del vestido nuevo del emperador, que toda persona que se ofenda por esas palabras, es demasiado brut@. Entre más ofendid@, más brut@; saliendo al paso a las organizaciones de afrodescendientes que quisieron poner el grito en el cielo, pero no pudieron gracias a ese freno de mano.

La cuestión es sencilla.

La ley 1752 de 2015 tiene por objeto, para Paola y sus secuaces, sancionar penalmente actos de discriminación por razones de raza, etnia y otros que no vienen al caso. Esto significa que, desde 2015, la conducta racista es un delito en Colombia.

El artículo 3 de esa ley, define el hostigamiento racial así: “el que promueva o instigue actos, conductas o comportamientos constitutivos de hostigamiento, orientados a causarle daño físico o moral a una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, por razón de raza, etnia (…) y demás razones de discriminación. Incurrirá en prisión de 12 a 35 mese y multa de 10 a 15 salarios mínimos legales mensuales vigentes, salvo que la conducta constituya delito sancionable con pena mayor”.

El código penal colombiano, en su artículo 211 explica las circunstancias de agravación punitiva, es decir, las que hacen que el castigo sea mayor. De esa lista, pueden destacarse tres, cuando:

1. “La conducta se cometiere con el concurso de otra u otras personas”, como sería el caso en la mesa de trabajo de un programa radial.

2. “El responsable tuviere cualquier carácter, posición o cargo que le dé particular autoridad sobre la víctima”; sabemos el poder que tienen los medios en Colombia y como, la emisora en la que trabaja Paola, en particular, está trabajando fehacientemente en favor de su candidato y, sobre todo, en contra del candidato que ha escogido a Francia como fórmula vicepresidencial.

3. “Si el hecho se cometiere con la intención de general control social, temor u obediencia en la comunidad”, que es de lo que se trata, en últimas.

Así las cosas, no nos encontramos antes una descalificación, un chiste o un comentario menor; sino ante la comisión de un delito, con agravantes, en un medio masivo de comunicación. Delito que, aunque quiso hacerse pasar por un elogio sin precedentes. quedó grabado y circula por las diferentes redes sociales. Aunque Francia y su campaña no lo denunciaran, la Fiscalía General de la Nación, debería asumir esta denuncia de oficio y comenzar esta investigación.

De no ser así, el racismo, la discriminación y el hostigamiento racial, seguirán, como hasta la fecha, siendo delitos por los que Paola y quienes piensan, hablan y actúan como ella, siguen en la impunidad.

Tags

Lo Último