El presidente Gustavo Petro volvió a sacudir el panorama político nacional al impulsar la idea de convocar una consulta popular para que sea el pueblo quien decida sobre el destino de las reformas que han sido hundidas o bloqueadas por el Congreso de la República. El anuncio lo hizo a través de sus redes sociales, en un mensaje cargado de crítica al sistema político tradicional.
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“La convocatoria al pueblo a decidir es una determinación tomada. Vamos por la consulta popular para que un aire de democracia y de libertad barra con el régimen de corrupción”, escribió el jefe de Estado. En sus palabras, acusó a los sectores políticos tradicionales de querer silenciar su voz y censurar sus propuestas: “Quieren acallar la verdad, me censuran, pero la verdad saltará por todos lados”.
Petro aseguró que, después de más de dos años en el poder, ha agotado todos los esfuerzos por construir un acuerdo nacional. Según él, el Congreso ha sido un muro de contención para las reformas sociales que su gobierno ha impulsado, como la reforma a la salud, la laboral y la pensional, todas estancadas o archivadas en medio de intensos debates legislativos.
“Estamos como Gobierno popular y democrático, encerrados en un estado de corrupción. La tensión es enorme y solo la decide la intervención del pueblo”, agregó en su publicación. Este mensaje no solo insinúa la consulta, sino que lanza un pulso directo al Congreso y al establecimiento político.
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Aunque el presidente no ha entregado detalles sobre la fecha ni el mecanismo específico que usará para convocar la consulta, su anuncio busca movilizar a su base social y generar presión desde las calles. El mensaje está dirigido a quienes lo respaldan, a los sectores que creen que el sistema actual está diseñado para bloquear cualquier intento de transformación estructural.
Para algunos analistas, este movimiento representa un punto de inflexión en su gobierno. Petro traslada el centro del debate desde el Congreso hacia la ciudadanía, buscando respaldo popular para avanzar con su agenda. Sus críticos, por otro lado, temen una confrontación institucional innecesaria y alertan sobre una posible ruptura de equilibrios democráticos.
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Cabe resaltar que, la consulta popular no es un camino simple. Requiere trámites legales, viabilidad constitucional y logística electoral. Sin embargo, el mensaje del presidente es claro: si el Congreso no permite avanzar, será el pueblo el que decida. En sus propias palabras: “La verdad destruye el poder si hay movilización popular”.
Finalmente, con este anuncio, Petro redibuja el tablero político y se la juega toda por una estrategia que podría redefinir no solo su presidencia, sino el rumbo del país.
