Un caso desgarrador de abuso infantil y delincuencia tecnológica ha salido a la luz en Bogotá, donde un hombre fue capturado por robar celulares en la ciudad y utilizarlos para grabar contenidos pornográficos de sus dos hijas menores, de 4 y 8 años. Los videos, que documentaban los abusos sexuales a las menores, fueron luego vendidos en páginas web dedicadas a contenidos para adultos.
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La investigación detrás de los robos de celulares
El crimen comenzó a descubrirse tras un robo común en Bogotá, cuando una mujer, víctima de un atraco, comenzó a recibir en su correo electrónico videos y fotos de una menor de edad siendo víctima de abuso sexual. Uno de los dispositivos robados estaba vinculado al correo de la víctima, lo que permitió a las autoridades rastrear el origen de las imágenes y vincularlas al hombre responsable.
Con esta pista, la investigación llevó a las autoridades hasta Soacha, Cundinamarca, donde residían las víctimas: dos pequeñas, hijas del capturado. Durante las diligencias de allanamiento en la casa del hombre, las autoridades hallaron nueve celulares robados, junto con material pornográfico en los que aparecían sus hijas. Los videos fueron grabados y luego puestos a la venta en plataformas de contenido para adultos, donde se distribuía pornografía infantil.
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La captura del agresor y su judicialización
La Fiscalía General de la Nación, a través de la seccional Bogotá, presentó cargos contra el hombre por los delitos de pornografía infantil, acceso carnal abusivo y acto sexual abusivo con menores de 14 años. A pesar de la contundencia de las pruebas, el acusado no aceptó los cargos imputados, lo que llevó a su captura y posterior envío a prisión.
Este hombre enfrenta un proceso judicial por los gravísimos crímenes cometidos, mientras que sus hijas fueron rescatadas y puestas bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que se encargará de restablecer sus derechos y asegurar su bienestar.