El Papa Francisco, quien se encontraba hospitalizado desde hace 25 días debido a una neumonía bilateral, ha experimentado una notable mejoría en su estado de salud. Tras ser diagnosticado con una enfermedad respiratoria grave, el pontífice de 88 años ya no tiene un pronóstico reservado y su condición ha sido descrita como “alentadora” por parte de los médicos del Vaticano. Este cambio en su estado de salud ha sido confirmado por un boletín médico emitido por el Vaticano el lunes por la noche.
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Mejoras en la salud del papa Francisco
Según el informe oficial, las mejoras que el Papa Francisco ha mostrado en los últimos días se han consolidado, lo que incluye una buena respuesta a los tratamientos médicos y la estabilidad reflejada en los análisis sanguíneos realizados. A pesar de los avances positivos, se aclaró que la situación sigue siendo delicada, ya que el Papa presentó un cuadro clínico complicado al momento de su ingreso al hospital.
“Las mejoras registradas los días anteriores se han consolidado más, como lo confirman los análisis sanguíneos (...) y la buena respuesta a los tratamientos medicamentosos. Por estas razones, los médicos decidieron hoy levantar el pronóstico”, explicó el boletín médico, lo que marca un cambio significativo respecto a la situación crítica que se había reportado anteriormente.
A pesar de la estabilización, el Vaticano detalló que, debido a la complejidad del cuadro clínico que presentó el Papa al ingresar, será necesario que continúe con un tratamiento farmacológico durante algunos días más en el hospital. El seguimiento y la vigilancia médica seguirán siendo estrictos para garantizar que su recuperación sea completa antes de que sea dado de alta.
Posibilidad de regresar al Vaticano
Aunque los avances son alentadores, una fuente vaticana expresó que aún es “demasiado pronto para hablar de su regreso” a su residencia en la Casa Santa Marta, ubicada dentro de la Santa Sede. Esto subraya la prudencia del equipo médico y del propio Vaticano ante la recuperación del pontífice.
A pesar de los momentos de incertidumbre que se vivieron durante su hospitalización, la noticia de la mejora del Papa Francisco ha sido recibida con alivio tanto por sus seguidores como por la comunidad católica global. Con 88 años, el pontífice continúa enfrentando desafíos de salud, pero la actualización sobre su estado clínico es un paso positivo hacia su pronta recuperación y regreso a sus funciones.