El embargo de salario por deudas con el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex) es una preocupación para muchos estudiantes y profesionales en Colombia. Según la legislación vigente, el sueldo de un trabajador puede ser objeto de embargo en ciertos casos, pero existen limitaciones y excepciones.
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De acuerdo con el Código Sustantivo del Trabajo, los salarios son inembargables hasta el 50 % de su valor, siempre que superen el equivalente a un salario mínimo mensual legal vigente. Sin embargo, en casos de obligaciones como pensión alimentaria, este porcentaje puede ser mayor.
En el caso del Icetex, cuando un beneficiario entra en mora y no ha llegado a acuerdos de pago, la entidad puede iniciar procesos jurídicos para recuperar la deuda. En estos procedimientos, un juez puede ordenar el embargo de parte del salario del deudor, respetando los límites establecidos por la ley.
De acuerdo con el Decreto 2586 de 1950 , las cuotas de amortización y los intereses vencidos por concepto de los préstamos del Icetex deben ser deducidos y retenidos por los pagadores de las entidades o personas, tanto públicas como privadas, mediante una orden expresa del Director o Subdirector.
Expertos en derecho financiero recomiendan que las personas con deudas estudiantiles busquen alternativas antes de llegar a un proceso judicial. Opciones como la renegociación de plazos, los períodos de gracia o los programas de condonación parcial pueden ayudar a evitar sanciones y embargos.
El Icetex ha manifestado que su objetivo no es afectar la estabilidad económica de los deudores, sino facilitar el acceso a la educación superior garantizando la recuperación de los recursos prestados.
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¿Pueden embargarlo?
De acuerdo con la entidad, alrededor del 30% de las personas que tienen créditos con el Icetex, lo pagan antes del plazo establecido. También ofrece la opción de condonar parte de la deuda, lo que significa que el Icetex perdona una parte del monto adeudado.
Además, el vicepresidente de Icetex, indicó que no es cierto que los jóvenes que son usuarios de algún crédito educativo, puedan entrar en quiebra o sufran de embargos por parte de la entidad.
