En medio de una creciente preocupación por la escalada de violencia en la frontera colombo-venezolana, las autoridades locales de Cúcuta han tomado medidas drásticas para proteger la seguridad de sus habitantes. El alcalde de la ciudad, Jorge Acevedo, decretó un toque de queda que comenzará este jueves a las 7 p.m. y finalizará a las 6 a.m. del viernes, como parte de un esfuerzo por reducir los riesgos derivados de los hechos violentos en la zona.
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Medidas de seguridad ante la violencia
La decisión fue tomada tras la realización de un consejo de seguridad a mediodía del jueves, en el que estuvieron presentes representantes del Ejército y la Policía Nacional. Según Acevedo, esta medida busca “proteger a la ciudadanía ante posibles hechos de violencia en la región”. El aumento de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y la violencia derivada de la crisis fronteriza han puesto a la ciudad en alerta máxima, y las autoridades están respondiendo con urgentes acciones preventivas.
Como parte de las medidas adoptadas, también se ordenó la suspensión de todas las clases en escuelas y colegios de Cúcuta. La medida busca garantizar la seguridad de los estudiantes y evitar desplazamientos innecesarios durante el toque de queda. Esta decisión refleja la gravedad de la situación en el área metropolitana de la ciudad, donde la violencia no solo afecta a la población civil, sino también al entorno educativo y social.
La crisis fronteriza como factor clave
La escalada de violencia en la zona ha estado vinculada en gran parte a los efectos colaterales de la crisis en la frontera con Venezuela. Los grupos ilegales, tanto colombianos como venezolanos, han intensificado sus operaciones en el área, generando un clima de inseguridad que afecta no solo a Cúcuta, sino a las poblaciones cercanas. El toque de queda se presenta como una respuesta a este contexto, con el fin de mitigar los riesgos y proteger a los ciudadanos de posibles enfrentamientos armados o actos de violencia.