La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos por el rechazo del presidente Gustavo Petro a recibir vuelos con migrantes irregulares deportados continúa tomando fuerza. Laura Sarabia, quien será la próxima canciller del país y hasta hace poco fue directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), se refirió a este conflicto, destacando la postura del Gobierno colombiano ante las recientes decisiones de la Casa Blanca.
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En un pronunciamiento oficial, Sarabia reafirmó que “el Gobierno Nacional reafirma su compromiso con un regreso digno de nuestros connacionales”. La designada canciller subrayó la importancia de que estos migrantes sean tratados con “respeto y humanidad”, destacando que el país está dispuesto a recibirlos, pero bajo condiciones que garanticen su dignidad. Además, hizo énfasis en que el transporte debe ser civil y adecuado, como parte del proceso de repatriación.
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Sarabia también destacó la necesidad de mejorar los protocolos de deportación, lo que incluiría la verificación de las prácticas actuales. “Colombia está abierta al diálogo con Estados Unidos para verificar los protocolos de deportación y fortalecerlos”, afirmó, sugiriendo que el país está dispuesto a trabajar de manera conjunta para asegurar que las deportaciones se realicen de forma más humana y respetuosa.
Las tensiones por el trato a los migrantes
La negativa de Petro de aceptar vuelos con deportados en aviones militares de Estados Unidos generó una reacción contundente desde Estados Unidos, la embajada americana congeló la tramitación de visas para colombianos. Esta medida fue interpretada como una represalia por la postura del presidente colombiano, quien en su cuenta de X (anteriormente Twitter) señaló que no permitiría que los migrantes fueran tratados como delincuentes, enfatizando que solo se aceptarían vuelos civiles con “trato digno”.