La trágica muerte de Kevin Bocanegra, un joven de 25 años que perdió la vida mientras practicaba montañismo en el Nevado del Tolima, ha desatado una ola de controversia. La familia de la víctima y su novia, Joyce Ramírez, han acusado a los guías, autoridades y residentes locales de negligencia en los esfuerzos para salvar al joven. Sin embargo, un testigo presencial ha ofrecido una nueva versión de los hechos, aclarando algunos aspectos del incidente y defendiendo el trabajo de los habitantes de la zona.
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El testigo, quien compartió su versión a través de la red social X, asegura que se hicieron todos los esfuerzos posibles para asistir a Bocanegra durante su difícil situación. Según esta persona, desde el 30 de diciembre, las fincas cercanas al lugar conocido como El Calvito ya estaban al tanto de que había una persona enferma en la expedición. Se recomendó de inmediato que el grupo descendiera, ya que el mal de altura, como el edema pulmonar que sufrió Bocanegra, puede agravarse rápidamente. Sin embargo, el joven permaneció en la altitud durante más de dos días, lo que, según el testigo, fue un factor determinante en su muerte.
“La recomendación que se les dio era que tenían que bajar del lugar. ¿Por qué alguien que no se siente bien en un lugar permanece dos días allí?”, cuestionó el testigo.
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El testigo también explicó que, al día siguiente de que Bocanegra comenzara a sentirse mal, la novia del joven intentó comunicarse por radio para coordinar la asistencia. Sin embargo, las fincas cercanas solo tenían capacidad para recibir señal, no para emitirla, lo que dificultó la transmisión de información vital. “Es por esto que en la versión de la muchacha se dice que no se brindó asistencia. Desde ese momento se gestionó como enviar un arriero para socorrer”, detalló el testigo.
A pesar de las complicaciones logísticas, como la distancia de al menos cuatro horas a pie que debía recorrer el arriero para llegar a la zona donde se encontraba Bocanegra, los esfuerzos para brindar ayuda no cesaron. “Un arriero, un 31 de diciembre, que debía ser enviado a más de 4000 msnm desde un lugar que está a al menos 4 horas de camino, no es fácil. La inmediatez en la ayuda no es logísticamente posible”, explicó el testigo. A pesar de estas dificultades, las fincas cercanas a la zona hicieron todo lo que estuvo a su alcance para asistir a la víctima.
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Respecto a las acusaciones de malos tratos por parte de las personas locales, el testigo defendió la actuación de los habitantes de las fincas. Según relató, las personas en la zona actuaron con humanidad y respeto, ofreciendo un techo, bebidas calientes y apoyo emocional a la suegra y la novia de Bocanegra. “Con el cuerpo del muchacho en la finca nunca vi ningún acto inhumano. Todo se hizo con los medios disponibles”, destacó.
El testigo también resaltó que, si no hubiera sido por la intervención de los habitantes locales, la asistencia de los organismos de socorro podría haber tardado hasta 15 horas en llegar, lo que habría agravado la situación.
