La consternación envolvió a la comunidad de Sogamoso, Boyacá, el pasado 22 de enero, cuando la familia de Sarita Vargas, una niña de 11 años, la sepultó con una multitudinaria caravana. La pequeña había sido reportada como desaparecida desde el 25 de diciembre y su cuerpo fue hallado el 12 de enero, en un estado avanzado de descomposición. El principal responsable del crimen es su primo, quien fue vinculado al caso y enviado a prisión mientras continúan las investigaciones.
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Sarita Michel Vargas desapareció tras una discusión familiar en Navidad. Según relató su tía, Pilar Vega, la niña salió de su hogar después de un conflicto con los familiares. “Mi hermana (la madre de Sarita) vio cuando abrieron el portón y la niña se salió. Diez minutos después, mi hermana se dio cuenta y salió a buscarla”, recordó Vega en una entrevista pasada.
La reconstrucción de los hechos por parte de la Fiscalía reveló que, al abandonar su casa, la niña fue abordada por su primo, quien la subió a su motocicleta y la trasladó a la vereda El Ciral, en las afueras de Sogamoso. El 12 de enero, las autoridades encontraron el cadáver de la menor en ese lugar. Los análisis de Medicina Legal confirmaron que los restos pertenecían a Sarita.
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El emotivo funeral de Sarita Michel Vargas en Sogamoso
Durante el funeral, la familia de Sarita y algunos de los que la conocieron, compartieron conmovedores mensajes. Blanca Sierra, abuela de Sarita, expresó su dolor por la pérdida: “Te fuiste sin un adiós, sin un aviso, sin imaginarlo. Toda tu familia te ama y desearíamos que fuera un sueño para abrazarte y nunca más soltarte”. Por su parte, Mayerly, la hermana mayor de Sarita, recordó a su hermana como una niña carismática y pidió que su luz desde el cielo iluminara el camino de la familia.
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Una de las intervenciones más emotivas fue la de la madre de Sarita, quien, aunque no subió al atril, envió un mensaje a través de su hija Mayerly. “Te llevo siempre en mis entrañas. Te arrebataron los sueños de ser militar, policía, futbolista o una gran azafata. Nunca te olvidaré, el mayor recuerdo que me dejaste fue ‘Gordo’, el perrito que aún te espera”, escribió la madre, recordando a la mascota de Sara. “Así como te vi nacer, nunca imaginé verte partir”, concluyó en su carta.
La implicación del primo: ¿Un caso de desaparición forzada y feminicidio?
La investigación por la desaparición y asesinato de Sarita llevó a la captura de Juan Carlos Rodríguez Vargas, primo de la niña, quien fue vinculado al caso tras el hallazgo de rastros en su motocicleta. La Fiscalía presentó pruebas que vinculan a Rodríguez con el momento previo a la desaparición de Sarita, aunque el acusado ha rechazado cualquier implicación en el crimen.
A pesar de las evidencias, Rodríguez negó haber visto a su prima en el momento de su desaparición, lo que motivó su captura y la imputación de desaparición forzada. No se descarta que, en audiencias futuras, se le imputen cargos por feminicidio debido a la naturaleza del caso.
