El fenómeno de La Niña, que afecta el clima global y puede traer alteraciones significativas en diversas regiones de Colombia, está tomando forma nuevamente. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), las condiciones oceánicas y atmosféricas que caracterizan este fenómeno ya son evidentes, especialmente en las aguas del Pacífico, que se han enfriado de manera persistente. Si estas condiciones continúan, el fenómeno podría consolidarse y extenderse hasta abril de 2025, afectando principalmente las lluvias y las temperaturas en el país.
PUBLICIDAD
En un comunicado reciente, el Ideam señaló que el evento podría ser de corta duración y de intensidad débil. Sin embargo, las fluctuaciones climáticas en las regiones central, norte y occidente de Colombia ya se están manifestando, lo que podría traer consigo un aumento en las precipitaciones. “Si se llegase a consolidar este fenómeno, puede darse un ambiente muy propicio para el desarrollo de nubosidades en diferentes regiones de nuestro país”, explicó Tatiana Sierra, subdirectora de Meteorología del Ideam.
Regiones vulnerables y posibles riesgos asociados al fenómeno de La Niña
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los efectos de La Niña son especialmente notorios en las zonas tropicales, donde provoca un enfriamiento de las aguas en el Pacífico ecuatorial. En Colombia, esto suele traducirse en un aumento de las lluvias, lo que aumenta el riesgo de inundaciones en zonas bajas, cercanas a ríos y costas. Departamentos como Antioquia, Bolívar, Chocó, Magdalena y Cundinamarca, que históricamente han sido vulnerables a estas condiciones, podrían enfrentar riesgos significativos, como deslizamientos de tierra y crecidas de ríos.
Además de estos peligros inmediatos, la llegada de más lluvias podría poner en peligro la seguridad alimentaria del país, al afectar las cosechas y los suministros de agua. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, se podrían presentar dificultades en el acceso a servicios básicos y un aumento en enfermedades transmitidas por vectores.
Pronósticos climáticos y perspectivas para 2025
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA) predice que el fenómeno de La Niña podría durar hasta el trimestre de febrero-marzo-abril de 2025, con una transición hacia condiciones más neutrales en los meses posteriores. En cuanto a las precipitaciones, se espera un aumento entre el 10 y el 20 por ciento por encima de los promedios históricos en áreas del centro y sur de la región Caribe, la región Andina y la Amazonía. Sin embargo, algunas zonas como La Guajira y el Meta podrían experimentar una disminución de las lluvias.
El impacto del Cambio Climático
Aunque La Niña es un fenómeno natural, las autoridades meteorológicas han señalado que el cambio climático está exacerbando los efectos de estos eventos. La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, indicó que los fenómenos climáticos como La Niña ocurren ahora en un contexto más amplio de cambio climático antropogénico, lo que genera un aumento generalizado de las temperaturas y eventos climáticos extremos. Esta tendencia, dijo Saulo, no se revertirá a corto plazo, incluso si el enfriamiento causado por La Niña reduce temporalmente las temperaturas globales.
De cara al futuro, la persistencia de fenómenos como La Niña, junto con el cambio climático, aumentará la incertidumbre sobre los patrones climáticos, lo que podría hacer más difícil la predicción y gestión de los riesgos climáticos en Colombia y otras regiones vulnerables del planeta. Por ello, las autoridades meteorológicas insisten en la necesidad de monitorear continuamente las condiciones del clima y desarrollar estrategias de adaptación frente a estos eventos extremos.