Este 10 de enero de 2025, Venezuela podría enfrentar una situación política inédita, al experimentar la posibilidad de tener dos presidentes simultáneamente, como ya ocurrió en 2019. Por un lado, Nicolás Maduro, quien ha gobernado el país durante años, se prepara para asumir su mandato por otro período constitucional. Por el otro, Edmundo González, un líder opositor que reclama la presidencia tras unas elecciones que considera fraudulentas, insiste en su derecho a tomar posesión, respaldado por lo que considera resultados legítimos de los comicios de 2024. Ante esta doble juramentación, el futuro de Venezuela sigue siendo incierto.
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La situación actual revive un escenario similar al de 2019, cuando Juan Guaidó, líder de la oposición, se autoproclamó presidente interino de Venezuela, basándose en artículos constitucionales que argumentaban la ilegitimidad de Nicolás Maduro. A pesar de contar con el respaldo de más de 50 países, Guaidó no logró despojar a Maduro del poder, que se mantuvo firme a través de un control absoluto de las instituciones del Estado y una creciente represión.
En 2020, la pandemia y las divisiones internas en la oposición marcaron el fin de la presidencia interina de Guaidó, quien terminó exiliado tras varios fracasos en su intento por derrocar a Maduro. La situación de “dos presidentes” resultó insostenible a largo plazo, y la comunidad internacional gradualmente disminuyó su apoyo a la lucha opositora.
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Edmundo González: líder opositor de Maduro
A diferencia de Guaidó, Edmundo González ha logrado presentar pruebas sustanciales que avalan su victoria en las elecciones de 2024. Según los resultados que él mismo ha divulgado, obtuvo 7.443.584 votos, apoyados por 25.575 actas de votación, lo que constituye el 85,18% de las mismas. En contraste, Maduro, quien se declaró vencedor con 6.408.844 votos según el Consejo Nacional Electoral (CNE), no ha podido proveer evidencia tangible de su triunfo, lo que ha aumentado la desconfianza en su gobierno. Sin embargo, como en 2019, la lucha por la legitimidad continúa.
¿Posesión de dos presidentes Venezolanos?
El 10 de enero se presenta como el día clave para ambos actores. Nicolás Maduro ya ha confirmado su participación en la ceremonia de juramentación, que se celebrará en el Palacio Federal Legislativo controlado por el chavismo. A través de sus redes sociales, Maduro aseguró que tomará posesión como presidente constitucional para el período 2025-2031.
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Por su parte, Edmundo González ha expresado en múltiples ocasiones su determinación de estar en Venezuela para asumir la presidencia, desafiando las amenazas del gobierno. El ministro de Interior, Diosdado Cabello, dejó claro que, si González pisa suelo venezolano, será arrestado de inmediato, ya que el gobierno ofrece una recompensa de 100.000 dólares por su captura.
Si finalmente se consumara la posesión de ambos, Venezuela quedaría en una situación similar a la que vivió en 2019. Mientras que Maduro mantendría el control del territorio y las instituciones gubernamentales, González sería reconocido por gran parte de la comunidad internacional. Países como Argentina, Perú, Uruguay, y Paraguay ya han roto relaciones con Venezuela debido al carácter autoritario del régimen de Maduro, y es probable que más naciones sigan este ejemplo si el líder opositor asume la presidencia.
El escenario de tener dos presidentes no solo incrementaría la tensión política interna, sino que también podría dar lugar a la parálisis institucional. En este contexto, el Parlamento y el Tribunal Supremo en el exilio seguirían operando desde fuera de Venezuela, sin capacidad real para influir en los asuntos internos del país, salvo generar presión internacional.
Como lo expresó la líder opositora María Corina Machado, la permanencia de Maduro en el poder “complica el proceso de transición democrática” en Venezuela. Recuperar la democracia es vital no solo para los venezolanos, sino también para la estabilidad de la región. Machado advirtió que el desacuerdo entre los gobiernos de la región, como el caso del presidente colombiano Gustavo Petro, podría dificultar aún más el proceso de cambio.
Edmundo González, a sus 75 años, enfrenta uno de los retos más importantes de su vida política. Para recuperar la democracia en Venezuela, necesitará apoyo tanto dentro como fuera del país, así como la capacidad de organizar una oposición unificada y presionar al régimen para que se inicie una transición hacia un gobierno democrático.
