En una movida que podría reconfigurar el panorama de las telecomunicaciones en Colombia, Movistar y Tigo han solicitado formalmente su integración ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Esta solicitud fue radicada el 20 de diciembre de 2023, tras meses de especulaciones sobre el futuro de estas dos grandes empresas del sector, que podrían fusionarse en una sola entidad para competir con Claro, el líder del mercado.
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El paso previo a la integración de Movistar y Tigo ya había sido dado en 2023, cuando la SIC permitió que ambas compañías compartieran parte de su infraestructura de red, incluyendo el espectro radioeléctrico. Este acuerdo inicial daba la sensación de que ambas operadoras se estaban preparando para una eventual consolidación. Según la autorización de la SIC, las empresas debían seguir funcionando de forma independiente en términos comerciales, pero compartiendo sus redes para optimizar recursos. Sin embargo, la sospecha en el sector de telecomunicaciones era que esto solo representaba el primer paso hacia una fusión definitiva.
¿Qué dice la ley sobre la integración?
De acuerdo con la legislación colombiana, cuando las empresas que solicitan la integración superan el 20% del mercado, la solicitud debe ser aprobada por la SIC para que la operación se concrete. Esto significa que, en términos de participación de mercado, Movistar y Tigo juntas tienen una cuota significativa, lo que pone bajo el escrutinio de las autoridades regulatorias este posible acuerdo.
Lo que ha llamado la atención es que, a pesar de haber sido radicada la solicitud en diciembre del 2024, la SIC aún no ha hecho pública la solicitud, como es su obligación, a menos que las empresas pidan reservarla. Esto ha generado inquietud y especulación, ya que este tipo de acuerdos suelen generar reacciones de actores del mercado y asociaciones de consumidores, quienes pueden presentar observaciones sobre el impacto que una posible fusión tendría en la competencia.
Millicom y Telefónica: ¿qué rol juegan?
Para entender mejor el contexto, es importante recordar que Millicom, la multinacional de telecomunicaciones fundada en Luxemburgo, controla actualmente el 49 % de Tigo-UNE, mientras que el 51 % restante pertenece a Empresas Públicas de Medellín (EPM). Por otro lado, Telefónica, la multinacional española, posee el 68 % de la empresa Coltel (Movistar Colombia), con el 32 % restante en manos del Estado colombiano.
A finales de 2024, se conoció que Millicom había hecho una oferta de 400 millones de dólares por adquirir la participación de Telefónica en Movistar Colombia, lo que abre la puerta a una integración total de ambas compañías. Según fuentes cercanas al proceso, esta oferta habría sido aceptada por el gobierno colombiano, lo que facilitaría la fusión.
El panorama de competencia tras la integración
Si la integración se lleva a cabo, se espera que Movistar-Tigo se convierta en el segundo jugador más grande del mercado de telecomunicaciones en Colombia, detrás de Claro, que actualmente domina con una cuota del 45 %. El nuevo bloque Movistar-Tigo podría alcanzar un 40 % del mercado, mientras que WOM, el tercer competidor, tendría una participación de solo el 7 %.
Este cambio significaría una reconfiguración importante en el sector, en el que Claro seguiría siendo el líder, pero con una competencia mucho más fuerte por parte de la nueva empresa integrada. La consolidación de Movistar y Tigo también podría tener implicaciones en la calidad del servicio, los precios y las estrategias comerciales en el país.
