Esta semana todo el hemisferio occidental tiene los ojos puestos en Venezuela. Este 10 de enero se debe llevar a cabo la posesión presidencial en el Palacio de Miraflores de Caracas, pero no está del todo claro si el actual presidente Nicolás Maduro conservará el poder. Edmundo González, su rival en las elecciones de julio pasado, dijo que tiene la intención de posesionarse, pese a las amenazas del chavismo.
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Gonzáles Urrutia incluso llegó a pedir el apoyo de los militares venezolanos, a quienes les recordó que ganó las elecciones presidenciales, según las actas electorales recogidas por la oposición. “Según la Constitución de 1999, promovida por Hugo Chávez Frías, el 10 de enero, por la voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe, con la responsabilidad de proteger a nuestras familias y dirigir nuestros esfuerzos hacia un futuro de bienestar y prosperidad para todos los venezolanos”, aseguró González en un video publicado durante la noche del pasado 5 de enero.
A su vez, González inició una gira en la que visitó Uruguay, Argentina y Estados Unidos, cuyos gobiernos le manifestaron su respaldo explícito. A esto se suma el apoyo que le han dado varios expresidentes latinoamericanos, entre los cuales está el exmandatario colombiano Andrés Pastrana, quien incluso señaló que acompañará a González Urrutia a Venezuela.
Entre tanto, la presión internacional sobre el régimen de Maduro aumentó. Por un lado, anunció que rompía relaciones con Paraguay debido al apoyo que ese país le manifestó a González. A su vez, el gobierno del presidente chileno Gabriel Boric decidió retirar a su embajador en Venezuela.
¿Cuál es la posición del gobierno Petro frente a un nuevo período presidencial de Maduro?
Entre tanto, la posición del gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido mucho más parca. Ante la encrucijada de apoyar o no un nuevo período del gobierno de Maduro, Colombia ha optado por señalar que enviará a un representante, pero parece descartado que sea el propio presidente Petro quien acuda a la ceremonia.
Lo cierto es que Colombia tiene uno de sus mayores retos internacionales, pues tiene mucho más que arriesgar en comparación a otros países de la región como Paraguay o Chile. Si bien es evidente que la nueva posesión de Maduro carece de legitimidad, pues nunca se publicaron las actas que probarían que ganó las elecciones, Colombia también se arriesga a perder los esfuerzos diplomáticos que había hecho en el pasado. Independientemente de los gobiernos, ambos países comparten una extensa frontera y sus relaciones tienen efectos directos en la seguridad, la migración y la economía.
