El pasado lunes 6 de enero, el papa Francisco designó a Simona Brambilla como la nueva prefecta de un Dicasterio. El ingreso de la monja al frente de uno de los ministerios del Vaticano sucede por primera vez en dos mil años de historia en la Iglesia Católica.
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Simona Brambilla, primera mujer al mando de un Dicasterio del Vaticano
Simona Brambilla nació en marzo de 1965, en la ciudad italiana de Monza, y cumplirá 60 años de edad en el presente año.
Obtuvo un diploma en enfermería y posteriormente ingresó en el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata. Además, se doctoró en psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana.
En el año 1991 realizó su primera profesión religiosa, y nueve años después participó en los esfuerzos misioneros en Mozambique. En este país africano dirigió la pastoral juvenil en el Centro de Estudios Macua Xirima.
Además de haber dado clases en el Instituto Gregoriano de Psicología, ocupó dos veces el cargo de superiora general de la Misioneras de la Consolata.
El Papa Francisco nombró a siete mujeres, en el mes de julio del 2019, para ser las primeras miembros del Dicasterio para los Institutos de la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el cual se encarga de supervisar los institutos y las sociedades pertenecientes a la Iglesia en todo el mundo.
Después de haber sido nombrada el 7 de octubre de 2023 como la primera secretaria del mismo Dicasterio, oficialmente el Papa la nombró como la Prefecta, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar dicho cargo dentro de la Curia romana.
Según los datos históricos de la Iglesia, es la primera vez que una mujer ocupa un cargo importante dentro de la estructura religiosa del Vaticano. Este hecho abrió la discusión en redes sociales sobre los posibles cambios de modernización e igualdad dentro de la Santa Sede.