Iris Marín Ortiz, la defensora del Pueblo, catalogó como esperanzador el hallazgo de las estructuras óseas humanas en La Escombrera, en una montaña de la comuna 13 de la ciudad de Medellín, que fue usada como fosa común en los años más violentos del conflicto armado urbano en Colombia.
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La Escombrera era un basurero que fue utilizado por los criminales de la época para arrojar cuerpos de personas asesinadas. Las autoridades sospechan que hay al menos 300 personas, quienes fueron reportadas como desaparecidas en el 2002, enterradas en este lugar.
Por su parte, desde la Jurisdicción Especial para la Paz y Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, indicaron que en los días anteriores encontraron las primeras estructuras óseas y reiteraron que los que fueron desaparecidos forzosamente ascienden a 502 víctimas.
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En medio del caos, esta noticia genera tranquilidad para los familiares que tienen personas aún desaparecidas, pues podrían darle el último adiós.
“La comuna 13 fue el escenario de la más cruel urbanización de la guerra, como lo reconoció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en una sentencia sobre hechos ocurridos allí en el marco de la operación Orión adelantada en octubre de 2002. Los hallazgos de hoy son prueba de que el Estado debe y puede trabajar con las víctimas, que vale la pena creerles. Muchas víctimas nos venían diciendo que no estaban locas, por supuesto que no. Lo anormal es la indolencia de nuestra sociedad″, indicó la Defensora del Pueblo.
También indicó que la Defensoría del Pueblo ha estado al tanto de lo que pasa en La Escombrera y anunció que visitarán el sector el próximo 26 de diciembre en compañía del presidenta de la JEP, Alejandro Ramelli.
