El aumento del salario mínimo en Colombia es uno de los temas más debatidos en la actualidad, especialmente ante la cercanía de las negociaciones para 2025. Con las propuestas sobre la mesa, tanto de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) como de las centrales obreras, los pensionados que reciben el salario mínimo se preguntan cómo afectará este incremento sus ingresos mensuales.
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Para el próximo año, las principales propuestas de aumento del salario mínimo son un 5,2% (aproximadamente $67.500) por parte de Acopi y un 12% (equivalente a $156.000) respaldado por las centrales obreras. Aunque aún se está negociando el porcentaje final, estas cifras marcan un posible rango de lo que podría suceder con el salario mínimo y, por ende, con las pensiones.
¿Cómo afectará el aumento del Salario Mínimo a las pensiones?
Según la legislación colombiana, específicamente el artículo 14 de la Ley 100 de 1993, las pensiones que corresponden al salario mínimo se ajustan cada año conforme al aumento de este salario. A diferencia de las pensiones superiores al salario mínimo, que se ajustan con base en la inflación, las pensiones de los jubilados que perciben el salario mínimo aumentan directamente en el mismo porcentaje en que el gobierno decida incrementar el salario mínimo.
Es decir, si el salario mínimo sube un 12%, las pensiones que equivalen a esta cantidad también recibirán un aumento del 12%. Esto asegura que los pensionados mantengan su poder adquisitivo frente al costo de vida.
¿En qué monto quedarían las pensiones de $1.300.000?
Dependiendo del porcentaje final del aumento, las pensiones que hoy corresponden a $1.300.000 recibirían ajustes notables. En el caso de que se apruebe un aumento del 5,2%, los pensionados pasarían a recibir $1.367.600 mensuales, es decir, un incremento de $67.600. Si, por otro lado, se adopta un aumento del 12%, el reajuste sería de $156.000, llevando el total a $1.456.000.
El proceso de ajuste: ¿Cómo se calcula?
El ajuste de las pensiones es un mecanismo que tiene como objetivo proteger el poder adquisitivo de los jubilados. En el caso de las pensiones superiores al salario mínimo, el reajuste anual depende de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación. Si la inflación de un año es del 10%, por ejemplo, estas pensiones aumentarán en un 10%, adaptándose a los cambios en el costo de vida.
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Por otro lado, en el caso de las pensiones que corresponden al salario mínimo, el ajuste es automático y se basa en el porcentaje de incremento del salario mínimo establecido por el gobierno. Este proceso de reajuste tiene lugar anualmente, el 1 de enero, y busca que los pensionados puedan enfrentar los cambios en el mercado sin perder poder adquisitivo.
Además del aumento del salario mínimo, las pensiones también se ven influenciadas por las bases de cotización al sistema de seguridad social. Para los trabajadores del sector privado, los aportes se calculan conforme al salario mensual, mientras que para los servidores públicos, se rigen por la Ley 4 de 1992. En todos los casos, sin embargo, la base de cotización no puede ser inferior al salario mínimo legal vigente, garantizando que ningún trabajador tenga aportes inferiores al mínimo estipulado.
Este sistema de reajuste y las normativas que regulan las cotizaciones buscan asegurar que los pensionados puedan continuar con una calidad de vida adecuada, incluso cuando se presenten aumentos en los costos de vida y en el salario mínimo.
