Esta semana se llevó a cabo el Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe (CILAC 2024) en San Andrés, adonde acudieron cientos de académicos y expertos científicos de todo el mundo. Las sesiones que se llevaron a cabo entre el 2 y el 4 de diciembre trataron temas tan amplios como el Decenio de la ciencias oceánicas, la ciencia abierta para mitigar las desigualdades, la economía para el espacio, el desarrollo de la inteligencia artificial para la sostenibilidad ambiental y la protección de la vida, entre otras materias.
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PUBLIMETRO conversó con Lidia Brito, directora de la Oficina Regional de Ciencia de la UNESCO para América Latina y el Caribe, quien se refirió a la importancia de la participación de las mujeres en la investigación científica, el conocimiento abierto y el futuro de la inteligencia artificial en la región.
¿Qué tan importante es la ciencia en el cierre de las brechas de género en América Latina?
Lo primero es mencionar la importancia de la ciencia en traer el conocimiento que permite a las personas actuar y desarrollar sus propios caminos, sus propias carreras y sus propias opciones de vida. Cuando educamos a las niñas y garantizamos que las mujeres puedan escoger carreras de ciencias estamos empoderándolas a ellas, pero también empoderando a la ciencia, porque la ciencia necesita de todos. Necesitamos a las mujeres trabajando en la ciencia para el desarrollo sostenible, para la paz y para el bienestar de las comunidades. Entonces, cerrar la brecha de género en ciencias es un imperativo del desarrollo sostenible.
Por eso, la UNESCO hace un llamado para reducir esa brecha trabajando tanto para garantizar el derecho a la educación científica de las niñas y las jóvenes mujeres como para garantizar el derecho a seguir una carrera científica. Eso implica garantizar que tenemos sistemas educativos que promueven la ciencia en las niñas, que ellas se sientan confiadas al seguir carreras científicas y también incentivos para que las instituciones de investigación tengan estrategias de género y creen un ambiente de trabajo bueno para todos y para las mujeres en particular.
Uno de los ejes temáticos de este foro ha sido la ciencia abierta. ¿Cómo considera que se pueden conciliar las iniciativas privadas con el desarrollo de la ciencia abierta?
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La ciencia es un proceso colectivo y también un derecho humano. El conocimiento científico es un bien común. Entonces, claro que una agenda de ciencia abierta es importante para garantizar ese derecho y va más allá de tener los beneficios de la ciencia.
Ciencia abierta significa cooperación científica, infraestructuras compartidas. Significa trabajar con varios sistemas de conocimiento buscando soluciones para los desafíos que tenemos como región y como mundo. Claro que (hay que) trabajar con el sistema privado de investigación, trabajar con el sistema público, garantizar el conocimiento para el bien de la sociedad humana y tener diferentes formas de sistemas de propiedad intelectual.
Es por eso que dentro del ámbito de las recomendaciones sobre ciencia abierta, la UNESCO está trabajando con la Organización Internacional para la Propiedad Intelectual (Aipo) para tener una guía que permita articular la ciencia abierta y esa idea de que el conocimiento es un bien común con los derechos intelectuales del que produce el conocimiento.
Entonces, es necesario abrir el diálogo, es necesario también tener a las empresas trabajando con nosotros, hacer un proceso inclusivo y encontrar las formas para que la ciencia abierta sea un instrumento de desarrollo.
¿Cuáles considera que son los riesgos y las oportunidades que representa la inteligencia artificial para América Latina y el Caribe?
Es una tecnología muy transformadora que puede traer soluciones muy interesantes tanto a nivel de la salud, el ambiente, la energía y los recursos naturales. Nosotros, por ejemplo, lo utilizamos mucho en el agua, en garantizar la alerta temprana en caso de desastres naturales. Y también para análisis de grandes datos que necesitan realmente de sistemas de inteligencia artificial para que nos puedan traer información que es importante para la toma de decisiones desde una perspectiva del desarrollo sostenible.
Ahora, si estas tecnologías no son aplicadas en un cuadro ético -la UNESCO tiene una recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial-, entonces esas tecnologías pueden aumentar las brechas, la desigualdad y la exclusividad para algunos que tienen acceso a esas tecnologías transformadoras en comparación con otros que no lo tienen.
La inteligencia artificial está transformando la forma en la que se hace ciencia, la forma en la que se hace investigación científica hoy. Si no garantizamos que existan todos los ecosistemas de ciencia y de investigacion del mundo, incluyendo los de nuestra región, entonces de nuevo tenemos grandes brechas y desigualdades en la producción de conocimiento necesario para el desarrollo sostenible. Tenemos que garantizar la capacidad de utilizar la investigación y la apropiación de estas tecnologías para que su parte positiva sea efectivamente lo más fuerte, sabiendo que tenemos que tener cuadros éticos importantes a nivel del país, la región y el mundo.
Uno de los principales temores de las personas frente a la inteligencia artificial es el riesgo de que incremente el desempleo. ¿Cómo evitar ese riesgo?
De nuevo, es necesario crear la capacidad crítica y las habilidades técnicas para poder usar correctamente este tipo de tecnologías. Y estas tecnologías bien aplicadas pueden ser fuentes de nuevos tipos de empleos. Es cómo la usamos y qué capacidad tenemos en los países tanto para aplicarlas como para desarrollarlas de forma que tengan sentido para la región. Es necesario garantizar que tenemos esa masa crítica en la región para que esa tecnología que puede ser transformadora lo sea para todos.