La muerte de Juan Felipe Rincón, un joven de 21 años e hijo del general William Rincón, inspector de la Policía Nacional, sigue siendo un tema polémico y lleno de interrogantes. El crimen ocurrió el pasado domingo en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá, y las circunstancias en torno al hecho están envueltas en contradicciones y versiones enfrentadas. Un video inédito, publicado en redes sociales, ha puesto de nuevo el caso en el centro del debate, mostrando las tensas escenas posteriores al asesinato y desatando nuevas acusaciones de abuso de menores.
En el video grabado poco después de la muerte de Juan Felipe Rincón, se puede observar al escolta del joven, identificado como Sergio Rico, y a varios miembros de la comunidad de Quiroga que lo acusan de ser responsable de los disparos. El metraje muestra el cuerpo sin vida de Rincón en el suelo, mientras los habitantes del barrio expresan su indignación y confusión.
Una mujer que aparece en el video, aparentemente familiar de las menores de edad que habrían estado en contacto con Juan Felipe, acusa a los implicados: “Le disparó a tres personas. Me disparó a mí, le disparó a todos. ¿Entonces qué fue? Violadores”, grita, mientras se acerca a los policías que han llegado al lugar. La indignación de los testigos refleja la gravedad de las acusaciones contra Rincón, quien según algunos, estaba intentando contactar a menores de edad de manera inapropiada.
Debido a que las imágenes que se registraron en el video son bastante sensibles, este medio reserva su publicación y difusión
Testimonio de una testigo: la confrontación
En una entrevista con Blu Radio, una testigo presencial relató lo ocurrido antes y después del tiroteo. Según su versión, el joven asesinado estaba en contacto con dos menores, una de 8 años y otra de 15. Cuando los familiares de las menores se enteraron de las conversaciones, decidieron citarlo para confrontarlo sobre los hechos. La testigo asegura que la confrontación se llevó a cabo en el barrio Quiroga, pero que rápidamente escaló en violencia.
“Cuando él (Juan Felipe Rincón) llegó, se generó una riña, una confusión. El escolta empezó a amedrentarnos con el arma y a dispararnos a todos. En medio de esa balacera, él hirió de gravedad al hijo del general”, relató la mujer. Además, indicó que dos personas resultaron gravemente heridas y que ahora están siendo acusadas injustamente.
La testigo concluyó que la única persona que disparó en la escena fue el escolta, Sergio Rico. “Lo único que deseo es que todo salga a la luz y que salga culpable el que realmente cometió esto”, dijo con firmeza, insistiendo en que fue el escolta quien provocó el tiroteo.
Versión de la madre de Juan Felipe Rincón: “Una trampa”
Por otro lado, Dina Morales, madre de Juan Felipe Rincón, ha rechazado las acusaciones que sugieren que su hijo estaba involucrado en conductas inapropiadas con menores. En una entrevista reciente con Noticias Caracol, Morales aseguró que su hijo había sido víctima de una trampa. “Si ellos (los familiares de las menores) dicen que lo querían confrontar, a mí me parece que eso es mentira”, declaró la mujer, quien cuestionó la lógica detrás de la confrontación. Según ella, si realmente el propósito era entregar a su hijo a las autoridades, ¿por qué no involucraron a la policía en la cita?
Morales también defendió la versión de su hijo, quien según ella, no tenía antecedentes ni experiencia en situaciones violentas. “Mi hijo no peleaba, no tenía experiencia en defenderse”, explicó, añadiendo que no entendía por qué se habría necesitado un arma en la confrontación.
Finalmente, la madre de Rincón desestimó la teoría de que el escolta de su hijo fuera el único con un arma en la escena. “Mientras esto no se verifique, seguirá siendo una hipótesis”, subrayó, defendiendo la idea de que las pruebas deben ser claras antes de acusar.
El caso de la muerte de Juan Felipe Rincón sigue siendo un misterio y las versiones opuestas complican la comprensión de los hechos. Mientras algunos testigos insisten en que Rincón estuvo involucrado con menores, la familia del joven mantiene que se trató de una trampa para provocar el trágico desenlace. Las autoridades siguen investigando, pero lo que queda claro es que este caso se ha convertido en un campo de batalla entre versiones contradictorias, donde se debe determinar quién es realmente responsable de lo ocurrido.