La discusión sobre el incremento del salario mínimo para el próximo año en Colombia está al rojo vivo. El próximo 11 de diciembre las centrales sindicales y los empresarios llevarán sus propuestas a la Comisión Nacional de Concertación y se espera que el Gobierno Nacional también destape sus cartas.
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Recientemente, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, señaló que el salario mínimo podría incrementarse en un 6,2 %, teniendo en cuenta los datos de la inflación y la productividad de este año. La declaración, sin embargo, no cayó bien en las centrales obreras, que pronto manifestaron su descontento.
PUBLIMETRO conversó con Fabio Arias, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) sobre las discusiones que se adelantarán en diciembre próximo acerca del aumento del salario mínimo y acerca de la cifra que puso en la mesa el ministro Bonilla.
¿Cuál es la propuesta que tienen las centrales obreras para el incremento del salario mínimo en 2025?
Todavía no nos hemos puesto de acuerdo en el Comando Nacional Unitario, que es la bancada sindical que tiene la representación en la Comisión Nacional de Concertación. La bancada nuestra son los representantes de la CUT, la Confederación Nacional del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y las dos confederaciones de pensionados.
Estamos discutiendo entre nosotros esa propuesta y, de acuerdo al cronograma que se aprobó en la Comisión de Concertación, esas propuestas debemos presentarlas el día 11 de diciembre. Ese va a ser el mecanismo con el cual vamos a buscar una negociación, una posible concertación.
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Está muy difícil, por supuesto. Hay que decir que la cuestión no está nada fácil. Por el contrario, está muy enredada.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dio una cifra de aumento al salario mínimo del 6,2 %. ¿Cómo han visto desde las centrales obreras esa primera propuesta que hizo el ministro?
Nosotros la calificamos de inoportuna e inconveniente, puesto que es en la Comisión de Concertación, dentro de la mesa, donde se deben hacer las propuestas. En la Comisión de Concertación que presidió la ministra de Trabajo (Gloria Inés Ramírez) se habló de ese tema. La ministra no dijo que esa fuera la posición del Gobierno. Por el contrario, dijo que las observaciones que nosotros hicimos las iba a llevar al Consejo de Ministros para que el Gobierno determine cuál es la política en materia de salario mínimo.
Esa era la posición del ministro Bonilla por fuera de la Mesa de Concertación del salario mínimo. Y eso es muy grave. Primero, porque también es inusual. Ningún ministro de Hacienda había hecho ninguna propuesta. Y mucho menos antes de que se instalara la Comisión de Concertación.
¿Consideran, entonces, que la cifra que dio el ministro Bonilla es muy bajita?
Totalmente, sí. Nosotros siempre hemos hablado de una cifra de dos dígitos. No sabemos exactamente cuál, pero eso es lo que hemos estado hablando y creo que esa va a ser la tarea en la cual nos vamos a meter cuando ya discutamos en el Comando Nacional Unitario y podamos presentar la propuesta.
¿Cuál es la razón por la cual consideran que el incremento del salario mínimo debe ser superior a dos dígitos?
Aquí se mezclan varios aspectos. El primero es que hay una deuda salarial muy significativa en los 33 años de gobierno neoliberales y proempresariales. Nuestro equipo económico de la Universidad Nacional ha establecido que hay una deuda de 34 puntos por productividad e inflación en estos 33 años de los gobierno proempresariales. Esa es una deuda que hay. Es la diferencia entre la productividad total factorial y la productividad laboral. Temas muy técnicos.
Y hay una deuda por la inflación, porque siempre han puesto la inflación media, cuando para los ingresos pobres y vulnerables la inflación siempre ha sido superior a la media.
No le estamos diciendo a este Gobierno que lo resuelva de un día para otro o en un solo año, pero eso hace parte de esa deuda salarial que se tiene de los gobiernos empresariales.
Este Gobierno se ha comprometido con recuperar derechos y están escritos en las reformas sociales. Bueno, hay que recuperar ese derecho a tener un salario digno y decente en el país. Y pensamos que una forma de que esa brecha se reduzca y se empiece a pagar es que el aumento sea de dos dígitos.
¿Por qué cree que sea más difícil llegar a un acuerdo sobre el salario mínimo este año?
Tenemos la percepción de que el empresariado no quiere ningún acuerdo con este Gobierno, entre otras cosas, en materia de salario mínimo. No ha estado de acuerdo con las reformas laboral, pensional ni de salud. Hay una oposición radical, yo la llamo una oposición irracional, de los privilegiados de Colombia contra este Gobierno.
También ya expresaron que no están de acuerdo con que el aumento del salario mínimo sea de dos dígitos. Ya hoy están diciendo que la cifra que dijo Bonilla debe ser el techo de cualquier posible negociación. Obviamente, nosotros no vamos a estar de acuerdo.
Entonces, no veo que haya acuerdo en la Mesa de Concertación del salario mínimo. Por lo menos, si el Gobierno quiere hacer ese acuerdo con los empresarios, nosotros no lo iríamos a respaldar. También lo dejamos supremamente claro. Nosotros seguimos insistiendo en que el aumento tiene que ser superior. El Gobierno debe pensar es en una forma de darle mayor poder adquisitivo al salario, y especialmente al salario mínimo.
¿En qué espacio mencionaron los empresarios que la cifra que dio el ministro Bonilla era su techo?
Lo dijeron en la primera reunión de la Mesa de Concertación sobre salario mínimo, el pasado 19 de noviembre. En una reunión que se hizo en el Ministerio de Trabajo, donde la ministra también sostuvo que llevaría nuestra opinión al Consejo de Ministros.
Algunos economistas y empresarios han señalado que incrementar mucho el salario mínimo también podría aumentar la informalidad en Colombia, pues las empresas no estarían dispuestas a pagar más a los trabajadores, lo cual empujaría a muchos de ellos al sector informal. ¿Cuál es su postura frente a este tema?
Primero que todo, rechazamos las declaraciones de esos empresarios que dicen entonces que se pasan a la ilegalidad, no a la informalidad. Están reconociendo que van a hacer contrataciones ilegales, por fuera del Código Sustantivo del Trabajo. Eso es grave. En un país donde todo el mundo hace lo que quiere, es muy difícil que estén reconociendo públicamente, que entonces no les van a pagar a los trabajadores lo que les tienen que pagar. Esa es una declaración absurda.
Pero lo cierto es lo contrario. Lo que pasa con los salarios y los ingresos de los trabajadores es que cada vez que usted aumenta los ingresos de los trabajadores se genera un proceso de reactivación del consumo de bienes y servicios. Y, si hay mayor demanda de bienes y servicios porque los trabajadores ganamos un poco más, con absoluta seguridad se termina reactivando la economía.