Bogotá ha sido el escenario de numerosos casos de feminicidios, violencia vicaria y ataques basados en género durante este año. Aunque algunos se han hecho mediáticos, otros ocurren en el silencio de las casas de las mujeres y quedan en la impunidad.
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La secretaria de la Mujer, Laura Tami, habló de las principales apuestas de la Alcaldía de Bogotá para atender a las víctimas de violencia de género y mitigar este fenómeno en la ciudad. Además, dio algunos datos que evidencian los riesgos a los que se enfrentan las mujeres a diario.
¿Qué cifras de feminicidios y violencias basadas en género tienen durante la administración actual de la Alcaldía de Bogotá?
En el punto de feminicidios, tenemos 22 casos tipificados por la Fiscalía General de la Nación, que es la entidad competente para identificar y tipificar los asesinatos de mujeres como feminicidios. Hace unas semanas sucedió otro feminicidio en la localidad de Ciudad Bolívar. Por la atención que pudo brindar la Secretaría de la Mujer y lo que informó la Policía, tenemos los elementos para indicar que, si nos dan la representación jurídica del caso, lo llevaríamos como un feminicidio. Entonces podríamos decir que son 23 feminicidios en la ciudad.
El año pasado se reportaron en total 27 feminicidios en Bogotá. Este año vamos 23. Hay una baja en los feminicidios. Por supuesto que todas las vidas cuentan, no debería haber ningún caso.
Pero hay algo que sí ha sido muy importante este año para la Secretaría y son las mujeres en riesgo de feminicidio. Estos casos reportan un aumento del 146 % más que el año pasado en sus distintas tipologías de riesgo: extremo, grave, moderado y variable. Entonces, es clave poder seguir haciendo la difusión de la ruta (de atención), seguir diciéndoles a las mujeres que aquí estamos para el acompañamiento en esa ruta y en general en las medidas que haya que tomar.
¿Consideran que ese incremento de las mujeres en riesgo de feminicidio corresponde a un aumento de la violencia o a que las autoridades tienen más capacidad de identificar estos casos?
Creo que se ha identificado más, las mujeres han denunciado más, estamos siendo más conscientes de cuándo se trata de una violencia. Este dato que di de las mujeres en riesgo de feminicidio, además, lo da Medicina Legal, que ha tenido un compromiso muy grande con identificar estos tipos de riesgo.
Tenemos un convenio con Medicina Legal según el cual nos trasladan la información de las mujeres en riesgo de feminicidio para que nosotras a partir de las alertas tempranas y del Grupo de Género del Consejo de Seguridad Distrital podamos hacer un mayor seguimiento a las mujeres. Entonces yo creería que hay una mayor denuncia, una mayor conciencia social de lo que son las violencias y una identificación más específica de la entidad que hace esta evaluación de riesgo, que es Medicina Legal.
La Secretaría de la Mujer ha hecho una apuesta por fortalecer el equipo de psicología forense, precisamente porque la violencia psicológica es un poco difícil de rastrear. ¿Cómo les ha ido con eso?
El Grupo de la Estrategia de Justicia de Género cuenta con 1.899 representaciones este año. Están representando a mujeres víctimas de violencia directa y también a las víctimas indirectas de los feminicidios. Son 900 más que el año pasado. Y el próximo año tenemos la meta de representar 1.000 casos más.
Dentro de ese equipo está el grupo de psicología forense. Hay casos que tienen que ver más con violencia física, otros que tienen que ver con violencia económica, pero para todos los casos en que exista la necesidad de tener esa prueba psicológica ese equipo ya se reforzó y está haciendo parte de las abogadas del Grupo de la Estrategia de Justicia de Género.
¿Por qué es importante rastrear la violencia psicológica contra las mujeres?
Es importante porque la violencia psicológica es la violencia que más atenciones reporta en esta Secretaría. Está primero la violencia psicológica, en segundo puesto la violencia física, en tercer lugar la violencia económica y en cuarto, la violencia sexual. Al generar la mayor cantidad de atenciones en la Secretaría de la Mujer, evidentemente nos dimos cuenta de que los procesos que después vamos a representar tienen que ver con la prueba del daño psicológico.
¿Cuáles son las estrategias que está implementando la Secretaría de la Mujer específicamente para la prevención y la atención de la violencia de género en Bogotá?
Firmamos un convenio con la Fiscalía General de la Nación por cinco años. La Fiscalía hace parte de la ruta única de atención en el componente de acceso a medidas de protección y acceso a la justicia. Y esta suscripción del convenio nos permite garantizar la atención médica y psicosocial en los puntos de la Fiscalía por parte del equipo de la Secretaría de la Mujer.
Esto nos permite estar en cinco URI de la Fiscalía, en 15 Casas de Justicia en Bogotá y en siete con ruta integral.
También firmamos un convenio con la Personería, tenemos un plan anual de trabajo conjunto para dar resultados concretos sobre la prevención y atención de violencias.
Las Casas Refugio son la medida de protección que nosotras como Secretaría de la Mujer operamos. Han tenido unas mejoras que nos comprometen con un fortalecimiento en la atención, porque no siempre se accede a las Casas Refugio. A veces me preguntan: ‘Secretaria, ¿a usted le parece justo que las mujeres estemos en una casa?’. Yo sé que nosotras no deberíamos ser las que restrinjamos algunos derechos, pero también sé que salvan vidas y para eso estamos.
Se habla mucho de la atención a las víctimas de la violencia de género y de la identificación de estas conductas, pero lo cierto es que la gran mayoría de victimarios son hombres. ¿Cuál cree que deba ser el mensaje para ellos?
Yo creo que el compromiso de los hombres es fundamental, porque históricamente nos han culpado más a las mujeres por ser víctimas de violencia que a los hombres por ser los agresores. Entonces, están esos pensamientos asociados: ‘mira cómo está vestida’, ‘mira la hora a la que salió’. Es ponerle la responsabilidad a la víctima.
Entonces, el compromiso es con entender eso, con identificar formas de comunicarse y de relacionarse con nosotras desde el respeto, desde la igualdad, identificando comportamientos machistas.
En eso la Secretaría de Cultura es la que tiene ese liderazgo. Específicamente, tratándose de los hombres, tienen la Escuela para Hombres que va de forma itinerante a algunas Manzanas de Cuidado. También tiene la Línea Calma, que son unos psicólogos que están listos para atenderlos, para oírlos. Esos procesos de escucha son fundamentales y la mayoría atiende situaciones de celos. Yo creo que por ahí hay una oferta interesante.