La fuerte sequía que azotó a Colombia, y especialmente a Bogotá, aún tiene afectado el sistema de embalses que alimentan a la capital. Debido a esto, la Alcaldía Mayor de Bogotá ha tenido que tomar medidas drásticas para reducir el consumo de agua y así poder extender más la duración del recurso hídrico. Una de las más sonadas y que ha generado controversia ha sido el racionamiento sectorizado a lo largo de la ciudad, haciendo que un día de cada nueve, miles de bogotanos no puedan acceder al agua, por lo que deben adaptarse a estos momentos específicos.
Si bien esta fue una decisión que muchos no apoyaron, fue una gran contribución para que el nivel en Chingaza redujera su continua disminución. Luego de meses bajo estas restricciones, Bogotá se está viendo fuertemente afectada por el ‘Fenómeno de la niña’, ya que las lluvias incesantes, granizadas e inundaciones han generado grandes problemáticas, especialmente en el tráfico y la movilidad.
Sin embargo, gracias a estas precipitaciones, el nivel de los embalses viene presentando un crecimiento leve que ha dado una luz de esperanza para los capitalinos y para la Alcaldía, que es la que informa diariamente sobre el estado de esta fuente hídrica para la ciudad. En su último reporte, emitido hoy 10 de noviembre, hasta el día de ayer se reportaba un nivel del 48,00%, 0,80% más que el día anterior y 1,48% más que el pasado 7 de noviembre: “El consumo de agua en Bogotá durante el 9 de noviembre fue de 16,21 m³/s. El nivel de los embalses del Sistema Chingaza se encuentra en 48,00%”.
Se espera que durante los próximos días se mantengan las lluvias en la capital, y especialmente, en el sector del embalse Chingaza y sus zonas aledañas, para que pueda mantener este crecimiento continuo.