Con las elecciones en Estados Unidos programadas para el 5 de noviembre, los votantes se preparan para decidir entre el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris. Este evento, considerado uno de los más reñidos en la historia del país, presenta propuestas contrastantes sobre temas críticos como migración, economía, salud, medioambiente y política exterior.
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Economía: impuestos y crecimiento
Uno de los puntos más debatidos es la política fiscal. Donald Trump propone reducir los impuestos a las grandes corporaciones con la esperanza de estimular el empleo. En su visión, el impuesto corporativo se reduciría del 21% al 15% para aquellas empresas que produzcan en EE.UU., además de buscar recortes en la seguridad social. Para compensar esta reducción, planea aumentar los aranceles a importaciones, especialmente provenientes de China.
En contraste, Kamala Harris opta por un enfoque más progresista. Su propuesta incluye incrementar los impuestos a los individuos con activos superiores a 100 millones de dólares, estableciendo una tasa del 25%. También sugiere elevar el impuesto corporativo del 21% al 28%. Según Harris, estos ingresos se destinarían a iniciativas que beneficien a los sectores más vulnerables, como el aumento del salario mínimo y el acceso a créditos para la vivienda.
Migración: diferentes visiones
La migración es otro tema que divide a ambos candidatos. Harris aboga por una reforma integral que incluya el envío de ayuda a Centroamérica para abordar las causas de la migración y la mejora de las políticas de asilo. La vicepresidenta busca presentar nuevamente un proyecto de ley que había fracasado en el Senado, el cual incluiría medidas para controlar el ingreso de migrantes.
Por su parte, Trump promete realizar la “mayor deportación en la historia” y propone fortalecer la frontera con medidas más severas. “La entrada irregular ha elevado la criminalidad”, argumenta, aunque muchos estudios contradicen esta afirmación. Trump sugiere usar una ley de 1798 para facilitar las deportaciones y eliminar la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes ilegales.
Política exterior: enfoques opuestos
Las tensiones internacionales, especialmente en Ucrania y Oriente Medio, son cruciales en la agenda de ambos candidatos. Trump ha criticado la OTAN y plantea una posible reducción de la participación de EE.UU. en la alianza. Además, ha afirmado que podría acabar con el conflicto en Ucrania “en pocas horas”, aunque no ha detallado cómo lograrlo.
Harris, en cambio, promueve un enfoque de continuidad en la política exterior, defendiendo el apoyo a Ucrania y reafirmando el compromiso con la OTAN. También apoya la búsqueda de una solución pacífica en Oriente Medio y ha mostrado preocupación por la violencia contra los palestinos.
Salud: propuestas sin definiciones claras
A pesar de que ambos candidatos han prometido mejorar el acceso a la atención médica, sus planes son vagos. Harris se compromete a ampliar la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible (ACA) y Medicaid, mientras que Trump busca hacer la ACA “más económica y eficiente”. En cuanto a los derechos reproductivos, sus posiciones son diametralmente opuestas. Trump se atribuye la revocación de Roe vs. Wade, permitiendo el aborto solo en casos de violación o riesgo para la madre. Harris, en cambio, es una firme defensora del derecho al aborto y busca restaurar esta ley a nivel nacional.
Medioambiente: posturas antagónicas
En el ámbito del medioambiente, las diferencias son marcadas. Trump se opone a las políticas ambientales de su predecesor y planea reanudar la extracción de combustibles fósiles, así como retirarse de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París. Por su parte, Harris considera el cambio climático una “amenaza existencial” y apoya las iniciativas de la administración Biden, incluyendo inversiones significativas en políticas ecológicas, aunque no se opone completamente al fracking.