La Fiscalía General de la Nación destapó una serie de deleznables casos de torturas y abusos contra jóvenes que se presentaron en Santander. Al parecer, ocho fundaciones que en teoría debían rehabilitar a pacientes con problemas psiquiátricos y adicción a sustancias psicoactivas en realidad los sometieron a todo tipo de violencias y abusos. Por estos hechos, fueron capturadas y judicializadas 21 personas.
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“Los señalados involucrados fueron capturados en diligencias realizadas de manera conjunta por la Seccional Santander de la Fiscalía, a través del CTI y con el apoyo del Ejército Nacional, en Cartago (Valle del Cauca), Bucaramanga (Santander) y Bogotá”, informó la Fiscalía en un comunicado de prensa publicado este viernes 25 de octubre.
Entre las pruebas que recaudaron los investigadores encontraron que estas personas habrían hecho parte de una “estructura delictiva” por medio de instituciones privadas que les prometían a las familias rehabilitar a los jóvenes. El resultado fue nefasto: hubo ocho muertos y cerca de 500 víctimas.
“Por estos hechos, fueron presentados ante un juez de control de garantías e imputados por delitos que incluyen homicidio, concierto para delinquir agravado con fines de secuestro y tortura, secuestro, inducción a la prostitución, acceso carnal con incapaz de resistir, acto sexual violento, tortura y acceso carnal violento”, indicó la Fiscalía.
Las aberrantes condiciones a las que sometían a los pacientes
La Fiscalía indicó que los centros de rehabilitación se encontraban en la ciudad de Bucaramanga y en los municipios de Girón y Piedecuesta, en el departamento de Santander. Allí llegaron personas de todo tipo de municipios del país.
Entre otras cosas, los obligaban a aguantar condiciones de hacinamieniento, hambre, y los dejaban incomunicados. Además, les daban tratamientos psiquiátricos de forma “indiscriminada”.
Pero los vejámenes no paran ahí. De hecho, la Fiscalía sostuvo que también se habrían registrado agresiones de índole sexual.
“Se conoció que algunos de los empleados de estas fundaciones habrían abusado sexualmente de varios menores de edad que permanecían sedados por los medicamentos que les proporcionaban. También se acreditaron casos en los que los internos fueron llevados a ‘cuartos de reflexión’, donde recibieron baños de agua fría, fueron golpeados y amarrados”, concluyó el ente investigador.
Por ahora, se espera que se desarrollen las audiencias de control de garantías ante un juez de control de garantías.
