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Era fanático de Garavito: se conocen detalles del monstruo de los Cañaduzales asesinado por las disidencias

El criminal había sido capturado en 2003 y tenía un temeroso prontuario de más de 30 víctimas.

El Monstruo de los cañaduzales era fanático de Alfredo Garavito.
El Monstruo de los cañaduzales era fanático de Alfredo Garavito. (Captura de pantalla: redes sociales)

Tras el atentado terrorista que hizo las disidencias de las Farc al vehículo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en la vía Panamericana entre Popayán y Cali, se conoció que una de las personas que murió en el hecho, era un recluso, pues se trataba de nada más y nada y menos que de Manuel Octavio Bermúdez, conocido como ‘El Monstruo de los Cañaduzales’.

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(Lea también: Video: disidencias de las Farc atacaron vehículo del Inpec y asesinaron a dos funcionarios y un preso)

Tras su muerte, se conocieron detalles del prontuario criminal de este hombre, que atemorizaba a niños y niñas en el Valle del Cauca. Incluso tuvo una primera detención en los años 90, pero casualmente, en ese entonces las Farc se tomaron la cárcel de Bolívar y dejaron en libertad varios presos, entre ellos el Mostruo de los Cañaduzales.

Las autoridades al llegar a su celda identificaron que el criminal tenía libros y recortes de prensa del temido Luis Alfredo Garavito, alias “La Bestia”, quien abusó sexualmente a niños y niñas en el territorio colombiano y los asesinó.

Según los investigadores, Bermúdez idolatraba a Garavito por la similitud de sus historias, fue así como el Monstruo de los Cañaduzales imitó el modus operandi de alias “La Bestia”.

Prontuario criminal del Monstruo de los Cañaduzales

En el año 2003 las autoridades colombianas lograron nuevamente la captura de Manuel Octavio Bermúdez, luego de que una de sus víctimas lograra escapar y avisar a las autoridades bajo un retrato hablado. Los expedientes señalar que este criminal tiene en su historial alrededor de 30 muertes, donde la mayoría eran niños y niñas, a quienes los engañaba vendiendo helados para luego llevarlos a plantaciones de caña de azúcar, abusar de ellos sexualmente, luego asfixiarlos con una soga hasta causarles la muerte y dejarlos abandonados.

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