El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reiteró este domingo, 22 de septiembre, su denuncia sobre un supuesto plan para asesinarlo, señalando al llamado “Cartel de las corbatas”. Según el Mandatario, las reformas y políticas públicas que su gobierno ha implementado han llevado a sectores poderosos a pensar en “magnicidios, en la sangre”.
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Durante su alocución, Petro afirmó que incluso el embajador de Estados Unidos en Colombia ha denunciado esta situación, y que algunos habían tachado de “loco o paranoico” al Presidente. Además, mencionó que se estarían utilizando “artificios y manipulaciones jurídicas” para intentar destituirlo, describiendo el complot como un “golpe de las corbatas”.
Petro detalló que el plan de asesinato incluiría el uso de venenos, explosivos en volquetas o francotiradores. En cuanto a las acciones legales, señaló que se estaría buscando una destitución a través de un “golpe parlamentario”, utilizando una votación en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Según el Presidente, estos ataques se deben a que a ciertos sectores no les agrada que su gobierno esté trabajando en equidad social y en la incautación de toneladas de cocaína.
Petro reitera la existencia de un presunto plan para asesinarlo, atribuido al “Cartel de las Corbatas”
El mandatario también envió un mensaje a los soldados y patrulleros del país, instándolos a no levantar sus armas contra el pueblo, recordando que muchos de ellos provienen de familias humildes. “A esos soldados les digo que su presidente les ordena no levantar su arma contra el pueblo, ayudar al humilde”, expresó.
Petro también se refirió a la sevicia y perfidia de los medios de comunicación que, según él, lo atacan constantemente, tanto a él como a su familia y a su gobierno. Afirmó que los propietarios de estos medios, quienes son “las personas más ricas de Colombia”, están en desacuerdo con sus políticas.
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Finalmente, el Presidente invitó a un debate argumentado, dejando de lado la “violencia mediática”. Hizo un llamado a la sociedad colombiana a buscar la paz y una mayor equidad social, destacando la necesidad de reformar los sistemas de pensiones, salud y educación, y de producir más eficientemente, lo que implica un uso diferente de la tierra y una política de créditos bancarios más accesible.
