Mañana será un día clave en el juicio contra Dominique Pelicot, conocido como el “Monstruo de Avignon”, confirmó el Daily Mail. Tras varios intentos de retrasar su testimonio alegando problemas de salud, el juez Roger Arata ha dictaminado que Pelicot está en condiciones de declarar. El acusado enfrentará a su exesposa, Gisele, víctima de los atroces crímenes por los que se le juzga, lo que genera una gran expectación tanto en el tribunal como en la sociedad francesa.
Pelicot, de 71 años, está acusado de haber drogado a Gisele y permitido que más de 90 hombres abusaran de ella sin su consentimiento. Durante más de una década, Pelicot organizó estos encuentros a través de foros en internet, manteniendo a su esposa sedada mientras desconocidos la violaban en su propio hogar. Aunque ya se han presentado pruebas contundentes y declaraciones desgarradoras, el testimonio del propio Pelicot es uno de los momentos más esperados del juicio.
Los retrasos en el testimonio
El proceso ha sido dilatado debido a las reiteradas excusas de Pelicot para evitar comparecer ante el tribunal. Desde su encarcelamiento en 2020, ha alegado numerosos problemas de salud, incluidos infecciones y dolor abdominal, lo que ha pospuesto su declaración en varias ocasiones. Sin embargo, tras una evaluación médica reciente, el juez Arata determinó que ya no hay motivos válidos para que el acusado eluda su responsabilidad en el juicio.
La defensa de Pelicot ha sostenido que el acusado ha sufrido episodios de vómitos y desmayos en su celda, lo que ha complicado su participación en las audiencias previas. No obstante, la insistencia de la fiscalía y la presión pública han sido claves para asegurar que mañana, finalmente, dé su versión de los hechos. Gisele y sus tres hijos estarán presentes para escuchar las palabras del hombre que destruyó sus vidas.
El impacto del juicio en Francia
El caso de Pelicot ha desatado una profunda indignación en todo el país. Miles de personas han salido a las calles para mostrar su apoyo a Gisele y exigir justicia para las víctimas de violencia sexual. Organizaciones feministas y de derechos humanos han liderado manifestaciones en ciudades como París y Lyon, denunciando no solo los crímenes de Pelicot, sino también la violencia de género en general.
El juicio ha expuesto las fallas en los mecanismos de protección hacia las víctimas de abuso y ha puesto de relieve la necesidad de reformas en el sistema judicial. Además, la implicación de decenas de hombres en los crímenes ha causado una ola de repulsión, ya que muchos de ellos pertenecían a sectores profesionales respetados, como funcionarios públicos, soldados y periodistas.
La declaración de Pelicot será decisiva no solo para su destino, sino también para el de los otros acusados. Hasta el momento, 14 hombres han admitido su participación en los abusos, mientras que otros continúan negando cualquier responsabilidad. El tribunal deberá evaluar la veracidad del testimonio de Pelicot y su impacto en el resto del juicio.
Una nación en espera del veredicto
A medida que el juicio se acerca a su fase más crítica, Francia sigue atenta a cada detalle del proceso. La valentía de Gisele al enfrentar a su agresor ha sido reconocida por la sociedad, y su testimonio ha sido fundamental para que el caso avance. El esperado testimonio de Dominique Pelicot será un punto de inflexión en el juicio y marcará el tono de las decisiones judiciales que se tomarán en los próximos meses.
El juicio, que se espera que continúe hasta diciembre, es visto como un símbolo de la lucha contra la impunidad en casos de violencia sexual. Con cada día que pasa, el país espera que se haga justicia no solo para Gisele, sino para todas las víctimas de abusos que han sufrido en silencio durante años.