Entre las planicies y montañas que conforman a la sabana de Bogotá, se esconden lugares lejos del alboroto y el tráfico de la ciudad, apartados de edificios que rozan el cielo y que caracteriza a la capital del país, destinos que tienen cómo objetivo preservar la biodiversidad de los bosques nacionales, y que reconocen el esfuerzo que estos seres vivos ofrecen desde sus raíces hasta las hojas para seguir siendo el pulmón del planeta.
La deforestación amenaza a la biodiversidad
A pesar de que a mediados de julio del presente año se conocía la noticia de que Colombia había reducido a niveles históricos su tasa de deforestación, no se puede pasar por alto que el país continua haciendo parte de los territorios que más extensiones de bosques pierde por culpa de acciones, como la deforestación, la explotación minera, la expansión de la ganadería y la queda indiscriminada. Según datos del IDEAM se calcula que en los últimos 10 años Colombia ha perdido más de 1,5 millones de hectáreas de bosques, lo que equivale aproximadamente al área total de países como El Salvador e Israel
Por esta razón, y como parte de su misión comprometida con la conservación de la biodiversidad de los bosques nacionales, la ONG Al Verde Vivo lleva a cabo acciones de reforestación en zonas protegidas, gracias a la alianza con diversas empresas privadas que ven en esta iniciativa una forma de contribuir a la conservación de la vida. Precisamente, como parte de su plan para compensar la huella de carbono que generará su próximo gran evento, el Cordillera Fest, Páramo Impacta organizó junto a Al Verde Vivo una nueva jornada de siembra de árboles en la zona de conservación de Tenjo, Cundinamarca, actividad en la que Publimetro estuvo presente.
Una alianza que planto una semilla que germinará en el futuro de la conservación
La experiencia de reconectar con la naturaleza comenzó en las oficinas de Páramo la mañana del 28 de agosto, donde iniciamos una travesía que nos llevó hasta la reserva natural de Sion, en el municipio de Tenjo. Tras atravesar el tráfico de la ciudad, los líderes de la actividad nos dieron la bienvenida a un espacio dedicado a la conservación de la biodiversidad y la reconexión con la naturaleza. “Este es un lugar donde hemos unido fuerzas para restaurar y proteger nuestros ecosistemas. Además, hoy contamos con la presencia de Páramo Impacta, quienes, no solo hoy, sino desde hace muchos años, han demostrado que la música y la sostenibilidad pueden caminar de la mano”.
Después de las palabras de bienvenida, nos pusimos las botas, nos abrigamos contra el frío característico de las zonas boscosas de la sabana de Bogotá y comenzamos un recorrido de aproximadamente 20 minutos. Durante el trayecto, atravesamos el bosque de la reserva, sus nacimientos de agua y pantanos, acompañados a lo lejos por el canto de aves y la presencia de animales endémicos de la zona. Desde el primer paso, la desconexión con la rutina y los problemas cotidianos fue inevitable, dando paso a una experiencia sensorial única que esta parte de la actividad ofreció.
Después de dar nuestro máximo esfuerzo en el último tramo de montaña, que no tiene nada que envidiarle a las empinadas calles de Suba o Usme, tomamos un descanso en donde nuevamente los lideres de la actividad nos contaban un poco sobre la reserva: " el territorio en el que nos encontramos forma parte de un contexto geográfico, ambiental y territorial estratégico, enfocado en la preservación de la flora, gracias a los árboles que, como pueden ver, están listos para ser adoptados. Por eso, los invitamos a tomar y comer algo de lo que le hemos preparado para que sigan disfrutando de lo que todos están esperando”.
Después de retomar fuerzas, escuchamos las indicaciones que se debían tener en cuenta para no solo plantar un árbol, sino para sembrar una vida, indicaciones que podemos resumir en 5 pasos:
- Elige tu árbol con intención: No se trataba de elegir por su estética, sino de dejarse guiar por lo que el árbol nos ofrecía. El árbol que escogías representaba un compromiso con el futuro.
- Prepara el terreno con respeto: Tomamos uno de los agujeros que ya habían sido cavados por el equipo de Al Verde Vivo, liderado por don Isidoro Pulido, quien ha estado al frente de la reserva Sion por más de 20 años. Él nos recordó la importancia de ese pequeño espacio donde el árbol comenzaría su nueva vida.
- Conecta con la tierra: Este paso fue uno de los más especiales, ya que teníamos que masajear la tierra y las raíces del árbol, ayudándolo a liberar el plástico que lo recubría. Fue un gesto simbólico de preparación para que la planta pudiera sentir que estaba siendo colocada en su hábitat natural.
- Planta con determinación: Colocamos el árbol con cuidado en el agujero, asegurándonos de que sus raíces estuvieran bien distribuidas y listas para echarse a la tierra que las rodeaba.
- Confirma el compromiso: Finalmente, para garantizar que el trabajo estuviera bien hecho, todos realizamos un gesto de confianza: tras cubrir el árbol con tierra, debíamos jalar suavemente el tronco para asegurarnos de que quedara firme y bien arraigado.
La música y el medio ambiente en el mismo escenario
Luego de capturar un sinfín de fotos del árbol que, con el tiempo, se convertirá en un pilar para la vida silvestre como para la conservación de la vida humana, la jornada ambiental continuo con la presentación de la banda de música alternativa Piangua, quienes con ritmos ancestrales, acompañado por una inigualable voz brindada por su vocalista, sello una experiencia que dejo en todos los participantes y en este medio de comunicación, una profunda reflexión sobre el cuidado de la biodiversidad como el pilar para que la vida en la tierra continué como se le conoce hoy en día.
Es por eso, que agradecemos a PÁRAMO IMPACTA la invitación para retratar, por medio de este artículo, todo lo que representó para nosotros hacer parte de esa reconexión con la naturaleza. Adicionalmente, le agradecemos el trabajo en conservación y pedagogía ambiental que Al Verde Vivo impulsa con esta clase de actividades.