Un alarmante descubrimiento sacudió la tranquila noche del sábado 7 de septiembre en Cota, Cundinamarca, cuando una bebé recién nacida fue encontrada en un basurero en la calle 13 con carrera 6B. El hallazgo, que ocurrió alrededor de las 8:00 p.m., fue hecho por vecinos del sector que, al escuchar el llanto de la menor, alertaron inmediatamente a las autoridades.
La pequeña, quien estaba envuelta en telas manchadas de sangre, fue rápidamente trasladada por los servicios de emergencia a la Clínica Juan N. Corpas. Afortunadamente, la bebé se encuentra en condiciones estables y fuera de peligro, gracias a la pronta intervención de los organismos de socorro, incluyendo la Policía Nacional, el Cuerpo Voluntario de Bomberos y la Comisaría de Familia.
Manuel Mora, secretario de Gobierno de Cota, condenó enérgicamente el acto de abandono: “Se confirma la lamentable situación de abandono de una menor en un espacio público. En respuesta a esta grave situación, hemos desplegado todos los recursos necesarios para atender el caso. Rechazamos enfáticamente cualquier tipo de violencia o maltrato hacia los menores.”
El caso ha captado la atención de las autoridades locales, quienes han iniciado una investigación exhaustiva para identificar al responsable del abandono. Un aspecto crucial de la investigación son las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona, que muestran a una mujer dejando una bolsa cerca del basurero antes de alejarse apresuradamente del lugar. Las imágenes han sido fundamentales para seguir la pista de la presunta sospechosa, quien está siendo activamente buscada por la Policía de Infancia y Adolescencia, junto con la Comisaría de Familia.
Las autoridades han subrayado la importancia de la intervención comunitaria en situaciones como esta. Destacan que la rápida reacción de los vecinos fue clave para salvar la vida de la bebé y enfatizan que la sociedad debe estar siempre alerta frente a posibles casos de maltrato infantil. Además, han recordado que existen líneas habilitadas para reportar cualquier incidente de este tipo, como la línea del ICBF 141, que está disponible para recibir denuncias y ofrecer ayuda.
Este triste suceso ha reavivado el debate sobre la protección de menores y la necesidad de una mayor vigilancia y apoyo comunitario para prevenir actos de maltrato. La colaboración entre las autoridades y los ciudadanos será esencial para resolver este caso y asegurar que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones.
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