A partir del 31 de agosto, el precio del ACPM, conocido también como diésel, experimentará un notable incremento en Colombia. Esta medida, que se hizo oficial tras la movilización de transportadores el 30 de agosto, implica una subida de 1.904 pesos por galón. El ajuste, impulsado por el Ministerio de Hacienda, forma parte de una estrategia más amplia para alinear los precios del combustible con los estándares internacionales.
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El incremento en el precio del ACPM se ha fijado en 1.904 pesos por galón, elevando el costo promedio de este combustible a 11.360 pesos, aunque este monto puede variar dependiendo de la región. Este ajuste es parte de un plan para aplicar un aumento total de 6.000 pesos durante el año con el objetivo de acercar el precio local al valor de paridad internacional. De acuerdo a la revista Semana, el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, había señalado previamente que este aumento se realizaría en tres fases debido a la diferencia de tratamiento que se da al diésel en comparación con la gasolina.
El aumento en el precio del ACPM responde a la necesidad de reducir el déficit acumulado en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que ha sido una carga fiscal significativa para el gobierno. Este déficit, que ha alcanzado cerca de 115 billones de pesos, ha sido alimentado por subsidios que han mantenido los precios del combustible artificialmente bajos a pesar de los altos costos internacionales; así lo explicó la revista citada.
Impacto en la inflación y otras variaciones de precios
El Ministerio de Hacienda estima que el ajuste en el precio del ACPM tendrá un efecto limitado en la inflación, con un aumento proyectado de 0,3 puntos porcentuales para finales del año. Sin embargo, el precio de la gasolina también experimentará una ligera variación, aumentando en 8 pesos por galón. Este pequeño ajuste se atribuye a la estabilidad de las condiciones internacionales en relación con los insumos fósiles y la metodología de fijación del precio del alcohol carburante.
Las reacciones del gremio de transportadores
El aumento en el precio del diésel ha generado preocupación entre los transportadores. Alfonso Medrano, representante de la Red Unidos, advirtió, según la revista Semana, que esta subida podría tener dos posibles consecuencias. La primera opción es que los generadores de carga ajusten los costos de transporte para reflejar el nuevo precio del diésel, lo que podría llevar a un aumento en la inflación y afectar a los consumidores en general. La segunda opción, según Medrano, es que los transportadores más pequeños, que son los eslabones más frágiles de la cadena de suministro, enfrenten serias dificultades económicas si los generadores de carga no asumen el incremento.
El debate sobre la ineficiencia del subsidio
El Ministerio de Hacienda ha criticado la política de subsidios al combustible, calificándola de ineficiente e inequitativa. Según el gobierno, el subsidio ha favorecido desproporcionadamente a los sectores más acomodados, mientras que los recursos podrían haberse utilizado para inversiones en infraestructura, apoyo a la población vulnerable o la modernización del parque automotor. El Ministro Bonilla ha destacado que durante 56 meses el precio del ACPM se mantuvo congelado, acumulando un déficit significativo que ha repercutido negativamente en las finanzas públicas.
Aunque la medida busca corregir desequilibrios fiscales y acercar los precios locales a los internacionales, su implementación ha desatado un debate intenso sobre sus impactos en la economía y en el sector transportador. A medida que se ajustan los precios, tanto el gobierno como los transportadores deberán enfrentar los desafíos y buscar soluciones para mitigar los efectos adversos sobre los consumidores y las pequeñas empresas.
