La Procuraduría General de la Nación ha emitido un contundente informe sobre el estado del sistema de agendamiento de citas para pasaportes en la Cancillería, revelando serias deficiencias en la plataforma actual. El diagnóstico es claro: el software utilizado está “desactualizado y obsoleto”, lo que ha generado graves problemas en el proceso de asignación de citas y ha facilitado la proliferación de tramitadores informales.
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La inspección realizada por el Ministerio Público en la sede de la Cancillería en Bogotá ha puesto de manifiesto la urgencia de una renovación integral del sistema. Durante la visita técnica, se detectó que el software no solo es anticuado, sino que también carece de las capacidades necesarias para manejar la alta demanda de citas, lo que ha llevado a los ciudadanos a recurrir a intermediarios que cobran por conseguir una cita.
Claudia Hernández, procuradora segunda delegada para la Vigilancia, llevó a cabo una prueba directa del sistema, intentando agendar una cita a partir de las 5:00 de la tarde, cuando el sistema abre los turnos. En cuestión de minutos, el sistema quedó completamente colapsado, con 10.000 solicitudes pendientes frente a solo 3.000 citas disponibles. Hernández concluyó que el sistema no solo es obsoleto, sino que su incapacidad para gestionar la demanda ha exacerbado el problema de los tramitadores.
El informe de la Procuraduría subraya la necesidad de actualizar el sistema de gestión de citas con tecnología moderna y robusta, además de implementar controles de seguridad informática más estrictos para prevenir el abuso por parte de tramitadores. La procuradora Hernández destacó que una actualización tecnológica debería acompañarse de mejoras en la gestión y capacidad de los servidores públicos encargados de los trámites.
En respuesta a estas conclusiones, la Procuraduría ha exigido a la Cancillería el desarrollo de un plan de acción integral. Este plan debe incluir la creación de una mesa de trabajo que se reunirá cada 10 días para evaluar el progreso y garantizar el cumplimiento de un cronograma de mejoras. La finalidad es establecer un sistema más transparente y eficiente, que elimine la necesidad de recurrir a tramitadores y reduzca las quejas ciudadanas.
Desde el pasado 18 de julio, la Cancillería había anunciado ajustes al sistema, incluyendo medidas de seguridad adicionales para verificar la identidad de quienes solicitan citas. Sin embargo, la Procuraduría considera que estas medidas no son suficientes y que se requiere una reforma más profunda del sistema.
La procuradora Margarita Cabello Blanco, quien la semana pasada participó en una reunión con el canciller Luis Gilberto Murillo y el contralor Carlos Hernán Rodríguez, destacó la creciente preocupación por las irregularidades en el agendamiento de citas. Cabello Blanco reiteró que los problemas actuales no solo afectan la eficiencia del proceso, sino que también abren la puerta a prácticas corruptas que afectan a los ciudadanos.