En una decisiva sesión plenaria, el Concejo de Medellín aprobó la venta de las acciones que EPM posee en Tigo-Une, marcando un hito significativo en la administración de los activos municipales. Con 16 votos a favor y 5 en contra, esta decisión permitirá a la administración municipal comenzar un proceso de enajenación que se espera dure aproximadamente un año y medio. La medida ha generado un intenso debate que ha captado la atención tanto de los concejales como de la ciudadanía
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El miércoles 21 de agosto, el debate en el Concejo se extendió durante toda la tarde, con intervenciones no solo de los concejales, sino también de miembros de la comunidad que presentaron sus puntos de vista sobre el proyecto propuesto por el alcalde Federico Gutiérrez. La discusión giró en torno a la conveniencia y las implicaciones de vender las acciones de Tigo-Une, así como sobre el futuro de EPM y la gestión de los recursos obtenidos.
El concejal Luis Guillermo Vélez defendió fervientemente la venta, criticando a los opositores del proyecto por su postura y sugiriendo que buscan socavar los intereses de la ciudad. Vélez argumentó que el proyecto es una solución necesaria para proteger el patrimonio público y evitar consecuencias negativas derivadas de decisiones pasadas.
En contraste, el concejal Juan Carlos de la Cuesta presentó un análisis detallado, subrayando los riesgos asociados con el sector de telecomunicaciones y la falta de control que EPM tiene sobre Tigo-Une. De la Cuesta argumentó que la venta permitirá a EPM concentrarse en áreas donde pueda tener un mayor impacto y control.
La concejala Janeth Hurtado también expresó su apoyo a la enajenación, destacando que se trata de una medida para proteger los activos públicos y evitar la continuación de inversiones riesgosas. Según Hurtado, esta decisión es crucial para asegurar que el patrimonio de la ciudad no se vea comprometido por decisiones empresariales cuestionables.
Reacciones de sobre la venta de acciones de EPM
Durante la sesión, también se escucharon voces de ciudadanos y empleados de la empresa que se oponen a la venta. Estas intervenciones reflejaron la preocupación de algunos sectores sobre las posibles repercusiones de la venta y la gestión futura de los recursos obtenidos.
La aprobación del proyecto de acuerdo se produjo en el marco de sesiones extraordinarias del Concejo, en las que también se discutieron otras iniciativas de la administración, incluyendo propuestas de vigencias futuras y exenciones fiscales para contribuyentes morosos. La venta de las acciones de Tigo-Une se aprobó inicialmente en una comisión, con una votación de cinco a favor y una en contra, lo que dio paso al debate en la plenaria.
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El alcalde Federico Gutiérrez sustentó su propuesta en estudios realizados por firmas consultoras que recomendaron la venta debido a la alta inversión necesaria en el sector tecnológico y la posible devaluación de las acciones. La venta de las acciones de Tigo-Une se proyecta para generar aproximadamente 1,6 billones de pesos, que serán destinados a varios proyectos clave para la ciudad.
Estos proyectos incluyen la mejora de la conectividad en colegios, la oferta de becas en inglés y tecnología, la inversión en startups locales y la construcción de una nueva estación de tratamiento de basuras. La alcaldía espera que estos fondos contribuyan significativamente al desarrollo de Medellín y al bienestar de sus ciudadanos.