Un año después de la tragedia que terminó con la implosión del sumergible Titán, propiedad de OceanGate, la familia de Paul Henri Nargeolet ha interpuesto una demanda millonaria contra la compañía. La demanda, que asciende a 50 millones de dólares, acusa a OceanGate de grave negligencia y busca justicia para los cinco tripulantes que perdieron la vida en el accidente.
El sumergible Titán, que prometía una experiencia sin igual al llevar a los pasajeros a explorar los restos del Titanic, tenía un costo de hasta 250.000 dólares por asiento. A bordo estaban Shahzada Dawood y su hijo Suleman, Stockton Rush, fundador de OceanGate, Paul-Henri Nargeolet, un experto en el Titanic, y Hamish Harding, presidente de Action Aviation.
Nargeolet, conocido por su profundo conocimiento del Titanic y apodado ‘Mr. Titanic’ debido a sus numerosas inmersiones al sitio, había descendido al naufragio en 37 ocasiones anteriores. La demanda destaca que, a pesar de su experiencia, el sumergible presentaba múltiples fallos que no fueron divulgados por la empresa. Se revela que, aproximadamente 90 minutos después de llegar al fondo del mar, el Titán liberó unas pesas, lo cual fue interpretado como un intento fallido de abortar la inmersión.
Los abogados de Nargeolet afirman que, aunque no se ha identificado una causa precisa del colapso, todos los expertos consultados coinciden en que la tripulación tenía plena conciencia de la gravedad de la situación antes del desastre final. “Es evidente que los tripulantes sabían que la situación era crítica y que enfrentaban una muerte inminente”, señala la demanda.
Los especialistas sugieren que la tripulación probablemente comenzó a experimentar los efectos de la presión en el descenso, pero no pudieron tomar medidas efectivas para corregir el problema ni comunicar sus preocupaciones antes de que fuera demasiado tarde. Esta falta de comunicación y acción inmediata es vista como una grave omisión por parte de OceanGate.
La demanda, presentada en el condado de King, Washington, exige que OceanGate aclare los detalles ocultos sobre los defectos del Titán y la seguridad de la inmersión. Los abogados alegan que muchos de los problemas y deficiencias del sumergible fueron deliberadamente ocultados, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros.
El caso también busca establecer responsabilidad por las fallas de seguridad y asegurar que se brinde una explicación detallada sobre lo ocurrido. “Es crucial que se esclarezca la verdad detrás de este trágico evento. La familia de Nargeolet y las demás familias afectadas merecen respuestas claras sobre por qué se permitió que se llevara a cabo esta inmersión sin las garantías de seguridad necesarias”, afirman los abogados.
OceanGate tiene un plazo limitado para responder a las acusaciones presentadas. La demanda no solo busca compensación económica, sino también justicia y transparencia en torno a los eventos que llevaron a la tragedia del Titán.