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“Esperamos que el cambio sea negociado, ordenado y pacífico”: Melquiades Pulido, equipo María Corina Machado

Melquiades Pulido, coordinador de la gestión pública del partido Vente Venezuela, partido de María Corina Machado, habló con PUBLIMETRO.

Melquiades Pulido del equipo de María Corina Machado, elecciones Venezuela
Melquiades Pulido del equipo de María Corina Machado (editorial_medellin/Cortesía)

A pocos días de las elecciones presidenciales de Venezuela, PUBLIMETRO estuvo en Caracas y habló con Melquiades Pulido, coordinador de la gestión pública del partido Vente Venezuela, partido de María Corina Machado, quien hace parte del grupo de formulación del Programa de gobierno ‘Venezuela Tierra de Gracia’.

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Actualmente, en el exterior se piensa que Caracas, y en general en Venezuela, aún se vive en crisis, pero al estar en la ciudad se observa que las condiciones han mejorado notablemente, que eso es cosa del pasado y se encuentra un comercio dolarizado, ¿cuál es el panorama actual y real en el resto de Venezuela?

Bueno, ciertamente en algunos rubros, sobre temas como la escasez de muchos bienes, a raíz del levantamiento del control de cambio y el control de precios, empezaron a bajar los niveles de muchos productos, otros no tanto, sobre todo en el interior del país, donde la crisis es más profunda. Hay temas como con los combustibles, gasolina y diésel; la electricidad o el agua (servicios que son gratuitos para los venezolanos), que afectan mucho más al interior que a Caracas, donde pareciera que hay una vida normal. Ahora, en mi opinión, lo que sigue escaseando en todo el país es el ingreso, la capacidad de compra de los venezolanos y eso se debe básicamente a una caída del Producto Interno Bruto del 70 al 75%. Entonces, definitivamente esa caída del ingreso tiene efectos en la demanda y en la demanda, baja o reduce cualquier sensación de escasez.

En las paredes de Caracas desde mucho antes de iniciar la campaña ya las paredes estaban pintadas con mensajes a favor de la reelección de Nicolás Maduro y en las redes sociales salen pautas en donde los acusan a ustedes, como oposición, de la escasez que vivieron en el 2016, ¿ustedes como ven eso?

Creo que las encuestas son más que elocuentes en reflejar lo que está ocurriendo. Esta es una campaña atípica, donde posiblemente las propuestas tengan poco sentido y lo que la gente está realmente apostando es a un cambio o a seguir igual.

Hablando con la gente, con personas que trabajan en taxis, que son meseros o que trabajan en el comercio, muchos dicen que tienen la esperanza en su máximo nivel de que pueda haber un cambio, ¿ustedes realmente consideran que sí va a ser posible en esta oportunidad?

Tenemos la esperanza definitivamente y estamos apostando a eso, por eso es que escogimos la ruta electoral para medir y dirimir las diferencias. Esperamos que en algún momento haya algún tipo de conversaciones, inclusive, debo decirlo abiertamente, a una negociación para que si se da el cambio esperado y el que esperamos sea negociado, ordenado y pacífico, cosa que posiblemente hace pocas semanas atrás se veía más difícil, creo que ahora existe esa posibilidad.

Llamó la atención que el pacto firmado por Maduro sobre el respeto a los resultados el candidato principal de la oposición, Edmundo González, se negara a hacerlo, ¿por qué?

Bueno, yo la lectura que le doy es que eso no es necesario, porque primero hay unos acuerdos firmados en Barbados, donde se indica que iban a respetar una serie de compromisos y hasta ahora la oposición en general los ha respetado. También las leyes son más que claras, participar en una elección con un árbitro, en este caso el Consejo Nacional Electoral, CNE, que desde el momento de la inscripción hay un compromiso de aceptar los resultados emitidos por el CNE, naturalmente con la observación y la vigilancia de la ciudadanía, porque este es un proceso tejido y controlado por los ciudadanos y así debe ser.

También en el diálogo con otras personas del común aseguran que no va a cambiar, que como el Comité Nacional Electoral es del mismo gobierno ante una queja nada va a pasar, porque los entes de control son del oficialismo. Además, que existe una plataforma ‘Bono Patria’ que los hace dependientes porque les van llegando bonos del gobierno constantemente por diferentes valores (Bono contra la guerra económica, Gasolina Premium, Carnaval Felices, Patria Libre y Soberana, Mujer Venezuela, Moral y ética, entre otros), por lo que ese escepticismo de algunos, siendo de la oposición, es muy fuerte y ven muy lejana la posibilidad de ganar, ¿qué les dicen?

Mira sin duda hay una gran desconfianza en el árbitro y eso se refleja, y se ha reflejado en el pasado en la disposición a participar. Evidentemente las personas afectas al oficialismo tienen mayor tendencia a participar porque ellos consideran que el árbitro es confiable, mientras que las personas que son afectadas a la oposición consideran que el CNE no es un árbitro confiable en general, pero esa desconfianza se ha mitigado justamente con estos procesos de cuidar del voto y vigilancia de votos; entonces, lo que estamos viendo en las mediciones, es que la disposición a participar está creciendo de una manera interesante y lo que esperamos es que se incremente aún más. Posiblemente no se igualen, pero quedarán bastante cerca. En mi opinión es que la gente que se autodefine como oficialista, posiblemente termine participando en un 70, 75% y la oposición en niveles bastante similares.

Actualmente, el Gobierno tiene un salario mínimo de 3 dólares, que con eso pueden comprar dos gaseosas, pero tienen amarrado al pueblo a los bonos y a la estrategia de 1 por 10 en cada cuadra, que es el líder registrado que les suministra el mercado. No pagan servicios públicos, ni agua ni luz; entonces, la propuesta que tienen ustedes como oposición luego de 20 años del oficialismo en Venezuela, ¿qué cambios incluye?

Qué bueno que has comprobado la escasez de ingreso, que es el producto más escaso que hay en Venezuela desde hace varios años. Realmente 3 dólares (12.000 pesos colombianos) no le alcanza a nadie para nada, muchas personas sobre todo pensionados y jubilados están pasando situaciones muy precarias. Muchos de ellos afortunadamente con las remesas de sus familiares se han podido mantener y sobrevivir. Uno de los problemas que ha habido en mi opinión desde el comienzo de este proceso revolucionario es que se han desafiado las leyes de la economía y las leyes de la economía son tercas, eso como las leyes naturales, uno puede desafiar la ley de la gravedad hasta cierto punto, pero eventualmente te vas a caer y eso es lo que ha sucedido. El Gobierno se ha cerrado muchísimas puertas y puertas de ayuda internacional, préstamos e inversión.

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Nuestro plan es definitivamente empezando un nuevo gobierno es insertarnos de nuevo en la comunidad internacional, negociar la deuda que estamos hablando de posiblemente dos años completos de Producto Interno Bruto. Pero, ya existen cálculos preliminares donde evidentemente vamos a buscar esta ayuda humanitaria, donde sea posible, de gobiernos y estados amigos, pero definitivamente tenemos que ir al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial; a una cantidad de organizaciones en donde vamos a tener que pedir recursos para poder paliar la situación precaria de una cantidad de personas, sobre todo de los extremos más vulnerables que son los niños y los adultos, mientras abrimos la confianza de los inversionistas para que puedan entrar y poner el país a funcionar lo más rápido posible, a eso le apostamos.

En términos sociales, mucha gente que vive de los bonos (subsidios) tienen temor de quedarse sin nada, sin el mercado y todo a lo que están acostumbrados, ¿qué le ofrecen ustedes al pueblo?

Posiblemente uno de los programas bandera del gobierno es justamente la CLAP (Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción), lo más seguro es que hagamos una reducción importante en la caja CLAP, pero eso tiene que ser compensado por unas transferencias de recursos para que la gente compre lo que necesita y ahí se incremente esa demanda que también eventualmente ayuda al país a arrancar. Evidentemente, no podemos esperar que de un día para otro cerremos todas las posibilidades de subsidio y asistencia a los más vulnerables porque sencillamente no es humano, no es sostenible y no es posible. Pero sí cambiar los mercaditos porque el mecanismo justamente que se han implementado son de control político y social de la de la ciudadanía, si nosotros no pretendemos amarrar a la gente a tener una vinculación política por una ayuda, sino sencillamente si eres pensionado y jubilado podamos dar un número x,y, de transferencias de recursos fruto, de como digo que posiblemente sea, de ayuda humanitaria que consigamos, después préstamos al abrir un proceso que sea progresivo de privatización de empresas que tienen valor en el mercado, que también pueden ayudar a poder asistir a estos grupos sociales. Entonces, por ejemplo, en materia de alimentación es posible que estemos hablando de una transferencia para que el ciudadano decida qué comprar y dónde comprar lo de su sustento; y temas como una deuda del sector salud que tenemos que atender los más rápido posible. Y evidentemente el tema de la educación que tenemos que atajarlo, aquí hay muchos lugares donde los niños acuden a la escuela, dos o tres veces a la semana y eso sencillamente no es posible y también sin alimento.
Los temas sociales tienen que ser prioridad sobre todo en un proceso de transición mientras se echa al país a andar. Nosotros creemos y estamos con seguros que el país se puede echar a andar cambiando ciertas cosas, seguridad personal, seguridad jurídica, confianza en general.

Medellín se convirtió en una de las principales ciudades receptoras de los venezolanos que llegaron hace ya varios años a Colombia, ¿qué decirles a quienes emigraron?

Lo que yo les diría es los esperamos, a algunos de regreso y otros de visita, eso es lo que yo le diría que compatriota que están allá en Medellín. Algunos ya hayan hecho vida y sus familias se han establecido, tienen que negocios, tienen trabajo, sus familiares ya tienen relaciones personales con un novio o esposo, tiene los nietos; entonces, lo que les diría es van a ser nuestros embajadores en el futuro en el mundo, los que puedan regresar bienvenidos y los necesitamos y los que no, definitivamente los queremos acá, por lo menos de visita y para recibirlos con los brazos abiertos.

¿Cómo cree que será el cierre de la campaña electoral?

Ya ha sido un poco accidentada. Pero, nuestra apuesta es que en algún momento haya algún tipo de acercamiento, vamos a decirlo así, de negociación para que esto sea en su momento una transición tranquila, ordenada, que no haya perseguidos, que no debe haberlos. A mí me sorprende cuando mucha gente habla de reunificación o reconciliación. Yo no me tengo que reconciliar con nadie, esa es la gente del oficialismo y lo leemos en familia, en amigos, en cercanos; sencillamente yo no tengo que reconciliarme con ellos porque no hemos pasado por una guerra civil y mucho menos, sino que son posiciones ideológicas y políticas contrarias. Así como ellos nos han aguantado a nosotros, posiblemente con bromas y todo como es normal en nuestros países, lo contrario suceda, o sea, eso es lo que yo preveo y lo que veo.
Pero en la gran mayoría nosotros no tenemos diferencias sociales profundas ideológicas, ni raciales y mucho menos, sencillamente hemos tenido diferencias de opinión durante mucho tiempo, pero yo no entiendo el proceso de reconciliación porque yo no me tengo que reconciliar con nadie, ni ningún venezolano. Habrá algunas personas que tendrán que darle la cara a la justicia, pero eso son unas minorías y se buscará cómo llegar a acuerdos y cómo hacer una transición pacífica.

¿Cuál es el censo electoral en Venezuela?

En Venezuela el ganador es el que obtenga la mayoría simple, no hay doble vuelta ni nada que se le parezca, el que tenga la mayoría gana. El padrón electoral está alrededor de los 21 millones de personas, pero hay muchos, el 25%, de la población está afuera, por lo que posiblemente el número real será de 15 o 16 millones y los votantes quitando la abstención estructural, que siempre ha existido, pude que terminen votando entre 13 y 14 millones de venezolanos.

La cifra

13 o 14 millones de venezolanos tienen en sus manos el futuro de su país.

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