A pocos días de que inicie la cita deportiva más importante en el mundo, París y los organizadores de la nueva versión de los Juegos Olímpicos han trabajo para que en el panteón uno de los actores principales sea la sostenibilidad. Con una propuesta ambiciosa de descontaminar el río Sena y reducir a la mitad las emisiones de carbono, París 2024 espera convertirse en los juegos más sostenibles de la historia.
Descontaminación del Río Sena
En 1923, luego de varias pruebas llevadas a cabo por parte de las autoridades sanitarias de París, se decretó que las personas por seguridad ya no podrían nadar ni bañarse en las aguas del Río Sena. La medida fue tomada debido a la mala calidad del agua y los riesgos de contraer enfermedades, debido a los desechos industriales de la ciudad.
Como parte del compromiso de París como ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos, la descontaminación del Río Sena se pactó como uno de los principales objetivos para la realización de la cita Olímpica.
Según la Ministra de Deportes francesa, Amélie Oudéa: “El Río Sena va a estar listo para las competencias que se deban llevar en sus aguas”. Cabe resaltar que un estudio llevado a cabo en el mes de junio revelo que las aguas aún no contaban con los niveles de descontaminación necesarios para asegurar a los atletas su integridad. Sin embargo, la confianza de la mandataria es tal que el pasado 13 de julio, junto al campeón paraolímpico Alexis Hanquinquant se sumergieron en una sección del río para demostrar que el agua está en óptimas condiciones para la competencia, luego de más trabajos realizados.
París se compromete a reducir la huella de carbono a la mitad
Con 800 eventos deportivos, 15,000 atletas, 45,000 voluntarios y 15,3 millones de visitantes, la emisión de carbono se apunta como uno de los principales residuos generados en esta cita olímpica. Por lo que sus organizadores se han comprometido a que sus emisiones de Co2 no deben superar los 1,5 millones de toneladas. Y aunque se escuche como una cantidad altísima, debemos tener en cuenta que en su versión anterior, Tokio 2020, los Juegos Olímpicos fueron los responsables de liberar a la atmósfera 2,73 millones de toneladas de Co2. Y en Brasil 2016 se liberaron 3,6 millones. Lo que de ser posible posicionaría a París como la cita deportiva más grande en el mundo y la que menor carbono haya liberado en la historia.
París compensara su huella de Carbono
En el pasado era común ver a las ciudades anfitrionas de los juegos olímpicos hacer una inversión infraestructural para su desarrollo, pero estas inversiones después de los juegos caían en desuso. Llevando a que los recursos y el tiempo invertido en la construcción se veían perdidos. Razón principal por la que París decidió utilizar el 95% de sus construcciones para que la cita olímpica se lleve a cabo. En ese orden de ideas, el principal recinto donde se disputarán los encuentros deportivos será en el Estadio de Francia, recinto creado originalmente para la copa del mundo de 1998; siendo así que el Centro Acuático de Saint-Denis fue la única infraestructura nueva, una edificación que funciona con energía solar.
Los juegos tendrán un impacto irremediablemente
Independientemente de que París se convierta en la cita olímpica más sostenible, no se debe pasar por alto que habrá un impacto ambiental asegurado. Por lo tanto, seguir avanzando en tecnologías y alternativas para reducir los daños al medio ambiente es la mejor opción que el Comité Olímpico, junto con las próximas sedes de los Juegos Olímpicos, deben seguir fortaleciendo.