El miércoles 17 de julio, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un significativo movimiento sísmico en horas de la noche de una magnitud de 4,2 con profundidad de 146 km, con epicentro en Los Santos, Santander. Esta región, conocida como el “Nido sísmico” de Bucaramanga, es una de las zonas más activas en términos de actividad sísmica en Colombia. El informe del SGC subraya la importancia de no bajar la guardia y mantener medidas preventivas ante la constante amenaza de terremotos.
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El nido sísmico de Bucaramanga: una zona de alta actividad
Los Santos, ubicado en el departamento de Santander, es una localidad destacada por su alta frecuencia de sismos. Este fenómeno se debe a la presencia de una compleja red de fallas geológicas que interactúan constantemente, generando una gran cantidad de movimientos telúricos. El Servicio Geológico Colombiano explica que esta área puede registrar terremotos diariamente, acumulando hasta el 60 % de la sismicidad del país.
Cada día, en Colombia se reportan aproximadamente 10 sismos, una cifra que resalta la necesidad de estar siempre preparados. La actividad sísmica es un recordatorio constante de la vulnerabilidad del país frente a los desastres naturales y la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades.
Medidas de precaución recomendadas
Ante la persistente actividad sísmica, el SGC y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres en Colombia (UNGRD) han emitido una serie de recomendaciones para la población. Entre las medidas sugeridas se encuentran:
- Es vital que la población esté informada sobre los riesgos sísmicos y las acciones a tomar antes, durante y después de un sismo. Las campañas educativas son esenciales para crear una cultura de prevención y respuesta adecuada.
- Tener un plan de emergencia familiar y comunitario puede salvar vidas. Esto incluye identificar rutas de evacuación, establecer puntos de encuentro seguros y tener un kit de emergencia con suministros básicos.
- Es crucial asegurarse de que las edificaciones cumplan con los estándares de seguridad sísmica. Las construcciones deben ser resistentes y contar con las adecuadas medidas de refuerzo estructural para minimizar daños.
- Realizar simulacros periódicos ayuda a que la población sepa cómo reaccionar ante un sismo. Estos ejercicios permiten identificar fallos en los planes de emergencia y mejorar la respuesta de la comunidad.
- Mantenerse informado a través de los canales oficiales del SGC y la UNGRD es fundamental. Las alertas tempranas pueden proporcionar un tiempo valioso para tomar acciones preventivas.
