La Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha publicado un preocupante informe sobre la violencia que afecta a las personas con orientaciones sexuales, expresiones y/o identidades de género diversas en Colombia. El documento señala que en las regiones donde operan grupos armados ilegales, el riesgo de amenazas, asesinatos, desplazamientos y abusos sexuales aumenta significativamente para la comunidad LGBTIQ+
El informe destaca que la situación es particularmente grave en la región caribe, donde se han documentado casos de abuso sexual contra hombres que no han pagado extorsiones a grupos armados ilegales. Esta práctica de violencia sexual ha sido especialmente perpetrada por estructuras criminales asociadas al Clan del Golfo.
La UIA denuncia que esta forma de violencia ha permanecido invisibilizada y ha ganado fuerza en los últimos meses. Además, el informe advierte sobre la creación de retóricas estigmatizantes y la imposición de manuales de convivencia en 43 municipios del país, donde las estructuras armadas prohíben cualquier tipo de expresión que se desvíe de la heterosexualidad y la concepción tradicional de familia.
Entre enero de 2020 y junio de 2024, la UIA registró 159 homicidios selectivos contra personas de la comunidad LGBTIQ+. Esto equivale a un asesinato cada diez días, comparable en frecuencia a los homicidios de líderes sociales, firmantes del acuerdo de paz y feminicidios. La violencia letal ejercida contra esta población es alarmante y sistemática.
Los principales responsables de esta violencia son estructuras sucesoras del paramilitarismo, en particular bandas y grupos al servicio del Clan del Golfo. Aunque estos grupos son conocidos por sus actividades criminales, también invierten tiempo y recursos en regular la conducta y la sexualidad de los civiles en los territorios bajo su control. El autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) o Clan del Golfo ha sido identificado como uno de los principales actores en la violencia contra la comunidad LGBTIQ+.
Estos grupos utilizan panfletos y mensajes de WhatsApp para imponer sus normas y amenazar a la comunidad LGBTIQ+. La UIA ha documentado casos en varias ciudades, incluyendo Buenaventura, Tumaco, Barranquilla, Soledad, Montería, Barrancabermeja y Rionegro, donde integrantes de estructuras criminales han abusado sexualmente de hombres, justificando sus acciones como castigo por el incumplimiento de pagos de extorsiones.
