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La caza de animales; el contraste entre la cultura y la moral

Rinoceronte africano

La caza de animales ha sido uno de los principales factores para que cientos de animales entren en el rango de criaturas en vías de extinción, por lo que resulta curioso observar como comunidades e instituciones defienden su práctica. Esto, porque en varios lugares del mundo la caza de animales es vista como una costumbre ancestral como también un modelo donde las personas alegan cuidar el equilibrio de los ecosistemas, lo que ha desencadenado en una lucha constante entre las personas que defienden la caza recreativa y los defensores de los derechos de los animales, que argumentan que todos los seres vivos tienen el derecho de nacer y morir de forma natural en entornos silvestres.

La caza es una tradición cultural para las tribus

Para muchos pueblos indígenas y comunidades tribales la caza se remonta a tiempos donde acechar y abatir un animal representaba el único medio para alimentar a sus pueblos, lo que ha llevado a estas culturas a ver en la caza una identidad social y cultural, sin contar el ámbito espiritual y de salud que para muchas comunidades representa la caza de ciertas especies de animales.

Comunidades tribales como los Kanthys en Siberia ven la caza de renos como una conexión con los animales, debido a que este pueblo utiliza cada parte del reno como una extensión de ellos, los huesos de los renos se convierten en los mangos para sus herramientas, las pieles del mamífero se convierten en el ropaje para los más pequeños, y su carne se convierte en el pilar del hogar.

La caza es una estrategia de equilibrio para los ecosistemas

Mantener el equilibrio de las especies en los ecosistemas es la justificación que las personas brindan cuando se habla de cazar animales, pues en los años más recientes la reproducción acelerada de varios animales han orillado a las personas a plantear modelos de caza sostenible que busquen ayudar a las especies, debido a que si se deja expandir demasiado a una especie esta puede convertirse en una amenaza para el desarrollo de los animales locales ya que abarcan más territorio y más alimentos, y en casos extremos también perjudica los alimentos de las personas.

Un buen ejemplo de la reproducción acelerada no controlada fue lo sucedido en Australia cuando el Emu (especie de ave no voladora muy parecida en tamaño al Avestruz) creció en su población tan rápido que llego a tener 20 mil ejemplares que invadieron los cultivos de los granjeros locales en 1932 y que llevo a Australia a atravesar una escases de alimentos, que se intentó solucionar con una acción militar armada que buscaba erradicar a la especie invasora, pero que concluyo con la única derrota documentada por parte de las fuerzas armadas en contra de un animal.

Este suceso llevo a las autoridades Australianas a incentivar y recompensar la caza de esta especie. Lo que represento que para los dos años consiguientes se haya reportado el pago de hasta 57,034 recompensas y que se tradujo en el deceso de aproximadamente 285 000 Emus lo que acabo con la crisis por la que atravesó el sector agrícola.

A pesar de que en varias ocasiones se ha reconocido la importancia de la caza para la regulación de las especies o su importancia en las tradiciones de los pueblos, no se puede dejar de hablar de hablar de un fenómeno como la caza furtiva (la otra moneda de la caza)

La caza furtiva

La caza furtiva es conocida por ser un todo lo contrario a las practicas sostenibles y éticas de caza, dado que a diferencia de la caza regulada, la caza furtiva no tiene en consideración si una especie tiene ejemplares suficientes para su repoblación o si hacen parte de la cultura de alguna tribu.

Este modelo de caza busca en su totalidad poder capitalizar sobre la muerte de los animales. Esto gracias los cazadores en su mayoría matan o capturan a estos animales para venderlos en el mercado negro, lo que constituye un ingreso económico importante las partes implicadas, tanto la parte que vende sus servicios de caza, como la parte que paga sumas altas por tener especies exóticas en sus fincas u hogares.

Algunos animales, como pájaros, reptiles y varios primates, se capturan vivos para ser comercializados como mascotas exóticas. Pero los animales sacrificados, en cambio logran tener un valor comercial enfocado en la alimentación exótica, joyería, decoración o la medicina tradicional, la cual es uno de los principales causantes de la desaparición de elefantes y rinocerontes en África, esto debido a que el marfil que contienen los cuernos de estos animales es uno de los objetos más vendidos en Asia, debido a sus contribuciones farmacéuticas que no se han demostrado científicamente.

¿Qué acciones podemos tomar para frenar la caza?

Hablar de regular la caza en todos sus niveles es un reto que la mayoría de los países buscan solucionar, esto debido a que han entendido la importancia que conlleva la conservación de las especies de animales para sus ecosistemas. Es por ello que resulta necesario implementar acciones para reducir la comercialización de especies animales por eso aquí van unos ejemplos de lo que se puede hacer para regular esta problemática.

· No comprar especies de animales de las que no se tengan en claro su procedencia

· Preguntar a la empresas por el origen de las pieles con las que crean sus artículos

· Fomentar las estrategias educativas para asegurar que las personas comprendan el impacto de la perdida de especies para los ecosistemas.

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