Edward Andrey Espinosa es uno de los nueve militares del Ejército Nacional que lamentablemente perdió la vida en el accidente aéreo del helicóptero MI-17.
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El padre del militar contó lo orgulloso que estaba porque su hijo volaba por el territorio nacional, pero también habló sobre la preocupación que su hijo sentía por la falta de mantenimiento de las aeronaves. “Estaba muy contento, ya llevaba unos cuatro o cinco años volando y se sentía feliz en su trabajo”, dijo el padre del mayor.
Por 18 de los 39 años que tenía el mayor estuvo en el Ejército de Colombia y llevaba varios años viviendo en Boyacá, donde ocurrió el accidente. “Nos llaman del Ejército, el coronel García y nos informa que ocurrió un accidente y que no había sobrevivientes”, siguió contando Norberto Espinosa Hernández, padre del militar.
El mayor había llegado otra vez a donde ocurrió el accidente, luego de estar un tiempo trasladado operando en el oriente de Colombia.
El padre comentó que estuvieron juntos en Semana Santa y que le contó lo bien que se sentía por volar en otra zona donde no conocía, “donde desafortunadamente fue la triste realidad de esa tragedia”.
Otra de las cosas que expresó Norberto, padre de mayor, es que el militar había expresado su preocupación por el funcionamiento de las naves. “Ya estaban al límite de las horas de vuelo, quedaban creo que cuatro, el resto están todos pasados de horas de vuelo y estaba muy preocupado”.
Finalmente, el padre indicó que las aeronaves ya estaban en estado de riego y que ojalá la investigación de los resultados.
