En un giro crucial en el escenario político y judicial colombiano, el expresidente Álvaro Uribe ha hecho su primera declaración pública desde que la Fiscalía lo llamara a juicio. Sus palabras, pronunciadas en medio de la sesión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Colombia, han provocado un revuelo mediático y político en el país. Uribe abordó una serie de acusaciones en su contra, destacando su perspectiva sobre las nuevas pruebas presentadas y los presuntos sesgos judiciales en su caso.
Declaraciones de Uribe:
Uribe comenzó su intervención defendiéndose firmemente, afirmando que todas las nuevas pruebas presentadas durante el proceso lo favorecen. Expresó perplejidad ante la súbita reversión de la posición de los fiscales, quienes inicialmente solicitaron la preclusión del caso. ¿Qué ha motivado este cambio abrupto en la orientación de la investigación sin la aparición de nuevos hechos?, se preguntó Uribe. Además, rechazó vehementemente las acusaciones de manipulación de testigos, alegando que nunca tomó la decisión de buscar testigos a su favor.
El líder del Centro Democrático también abordó el espinoso caso de Diego Cadena. Cuestionó la falta de pruebas que respalden las acusaciones en su contra, y subrayó su constante llamado a la verdad en todos los aspectos del proceso judicial. Uribe aprovechó la oportunidad para criticar duramente las filtraciones de información durante el proceso, que, según él, estaban sesgadas en su contra y comprometían la imparcialidad del proceso.
Respuestas a las acusaciones:
Uribe rechazó de manera contundente cualquier implicación en actividades ilegales, refutando las acusaciones de soborno y tráfico de influencias que se le han atribuido. Criticó enérgicamente el papel del senador Iván Cepeda, acusándolo de interferir en el proceso judicial y cuestionando sus vínculos con una ONG que entregó dinero a testigos clave. Además, negó categóricamente conocer a ciertas personas mencionadas en el caso, señalando inconsistencias en los testimonios que lo incriminaban.
El exmandatario manifestó su descontento con la Corte Suprema de Justicia y algunos de sus exmagistrados, a quienes acusó de falta de imparcialidad y transparencia en el manejo de su caso. Mencionó presuntas conexiones entre ciertos funcionarios judiciales y figuras políticas opositoras, insinuando posibles conflictos de interés que podrían haber influido en el desarrollo del proceso judicial en su contra.