El incendio forestal en el páramo de Berlín, en el municipio de Tona, en Santander, ha logrado poner en riesgo cerca de 400 hectáreas del ecosistema donde habitan miles de frailejones, de las cuales 170 hectáreas fueron alcanzadas por el fuego que dejó un valle de frailejones calcinados por las llamas que se han ido extendiendo al punto de que ya alcanzan parte de la carretera que comunica con el departamento de Norte de Santander.
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“Se quemaron cerca de 260 hectáreas de la finca Plan de Mesa del acueducto, en donde se habían desarrollado algunos proyectos como la siembra de frailejones”, señaló a la WRadio el concejal del municipio de Tona, Henry Gutiérrez.
La conflagración comenzó en la vereda Ucatá y según las primeras hipótesis se originó luego de que cayera un transformador eléctrico y no fuera controlado a tiempo. La emergencia ya lleva más de 36 horas y las autoridades han establecido un Puesto de Mando Unificado para atender a la emergencia.
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El Cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil que trabajan en la contención de las llamas han tenido que lidiar con las fuertes ráfagas de viento que hacer que las llamas se propaguen más rápido, además de dificultar el equilibrio de las personas. La carrera contrarreloj por conjurar las llamas ha requerido el trabajo conjunto de más de 80 soldados del pelotón del Atención y Prevención de Desastres del Batallón Caldas y helicópteros de la Aviación del Ejército Nacional. Aunado al trabajo de los demás organismos de socorro y comunidad en general, se concentra en contener esta conflagración que atenta contra uno de los recursos naturales más importantes para el nororiente colombiano.
