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Contrabando de cigarrillos: una problemática que ‘se la lleva el humo’ y le cuesta la vida a miles de colombianos

El contrabando de cigarrillos es una problemática poco conocida que deja expuesta a las poblaciones más vulnerables como niños y jóvenes

El problema de contrabando de cigarrillos se suma a las varias problemáticas sobre el comercio ilícito de drogas; sin embargo, debido a la cantidad de fumadores de tabaco, el consumo de este tipo de cigarrillos suele ser socialmente más acepto que el uso de otras sustancias. Pero esto no significa que la industria sea más transparente que las demás. Fue por ello que Blanca Llorente, directora de investigación de la Fundación Anáas, lideró un estudio junto a PROESA de la Universidad ICESI, la Universidad del Rosario y la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, sobre el contrabando de cigarrillos en Colombia, con el fin de ayudar a establecer un panorama que permita efectuar y fortalecer políticas de Control de Tabaco.

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De acuerdo con el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas 2019, en Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Cúcuta, se encuentra el 51% del total de fumadores del país, por lo que fueron estas ciudades en las que llevo a cabo principalmente el estudio. La investigación se basó en una muestra de 4.557 cajetillas, de 10 unidades, recolectadas en superficies como andenes, parques y contenedores de basura. Una vez recolectada esta muestra se identificaron diversas características como marca, diseño, lugar de origen reportado, advertencias sanitarias, entre otros, para identificar cuáles de estas cajetillas que no cumplen con la definición de producto legal.

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En los resultados, Bogotá registró 6,64% de cajetillas de contrabando, Medellín 21,54%, Cali 14,36%, Cartagena 43,23% y Cúcuta 73,62%. Frente a lo anterior, es evidente que Cúcuta tiene un problema de contrabando, pero como apenas aporta el 2.7% de fumadores en el país, su contribución al comercio ilícito es menor en comparación con Bogotá, que representa el 64.9% del total de los fumadores. Lo mismo sucede con Medellín, que tiene 17.7% fumadores; Cali, el 11.4%, y Cartagena, 3.3%. Esto significa que los mayores pesos en el contrabando están en Bogotá, Medellín y Cali, respectivamente; así lo explica el documento científico.

¿Por qué es importante medir el contrabando de cigarrillos?

A través de un diálogo entre PUBLIMETRO Colombia con Blanca Llorente, la investigadora expresó la urgencia de que temas como el contrabando de tabaco sea visibilizado y junto con esto, se regulen y fortalezcan las medidas para reducir el comercio ilícito de cigarrillos. Llorente explicó que una de las principales razones para hacer el estudio es que “en Colombia no había estudios independientes de contrabando y ¿eso por qué es un problema?, porque la industria de tabaco es partícipe directa o indirectamente del negocio ilegal”.

Y añadió que “es muy importante tomar el pulso al contrabando de manera independiente, porque ciertamente países como el nuestro tienen problemas de contrabando en muchos productos, pero hay que saber cuál es ‘la piedra en el zapato’”.

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La investigadora además explicó que al no hacerse estudios de contrabando separados, muchas veces las cifras pueden alterar la realidad. Es decir, que al no analizarse el contrabando de manera más clasificada, muchos de los productos como el tabaco, que participan en el mercado ilícito, pueden quedar por debajo de otras mercancías, por lo que no se le presta la atención que merece. Esto lleva a que “no se meta dedo en la llaga en temas que realmente son importantes desde el punto de vista protección de la salud”, explicó Llorente.

“Esta problemática es una cortina de humo de la industria para desviar la atención del hecho de que, por causa del cigarrillo, al año mueren 34 mil colombianos y le cuesta 17 billones de pesos a la economía del país, lo que equivale a cerca del 1,8 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional”, puntualizó la investigadora.

¿Qué importancia juegan las cajetillas en el consumo de Tabaco y en el contrabando?

Si bien el estudio se basó en la recolección de cajetillas para identificar aquellas de origen ilegal, Llorente aclaró que los paquetes de cigarrillos no solo dan muestra de que pueden ser o no productos de contrabando, sino que además aquellos que son ilícitos pasan por alto las normas de empaquetado. Las cajetillas de contrabando resultan utilizando diseños más llamativos y persuasivos con la finalidad de atraer a consumidores jóvenes, dejando en riego a los niños y niñas, quienes terminan siendo parte del listado de fumadores a temprana edad.

“En Colombia tenemos unos incentivos muy claros de cuáles cajetillas son legales y cuáles no, porque tenemos un comité de etiquetado y empaquetado que aprueban o rechaza diseños de cajetillas, ese es digamos un criterio muy ácido para clasificar que es legal y que no”, dijo Llorente.

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Cabe mencionar que según la normativa, las cajetillas de cigarrillos deben exponer en sus etiquetas los riesgos que pueden sufrir las personas por su condición de fumadores, como la probabilidad de desarrollar enfermedades cancerígenas o respiratorias, pero son algunas de las advertencias que los cigarrillos de contrabando no enuncian en sus empaquetados. “El cigarrillo de contrabando muchas veces tiene elementos que no están aprobados por las reglas de empaquetado en Colombia. Hay elementos que son especialmente atractivos para los niños y que inducen al consumidor a pensar, que es un producto más seguro. Esto es lo que precisamente con las normas etiquetadas se trata de mitigar de alguna manera. Entonces lo que vemos en el mercado, de comercio ilícito, es justamente esos productos que jamás habrían sido aprobados por un comité de etiquetado como el nuestro”, expresó Llorente.

El cigarrillo con cápsula se suma a la problemática

Entre las estrategias de la industria del cigarrillo, una de las más rentables de los últimos años han sido los cigarrillos eléctricos más conocidos como vapeadores. Aunque estos no son a base de tabaco, sí aumenta el número de fumadores y además incentiva el consumo en poblaciones juveniles y con ello los problemas de salud pública.

Sin embargo, en cuanto a los cigarrillos de tabaco, muchas de las opciones para atraer público nuevo que usan son el de poner cápsulas de sabor. Aquellos cigarrillos de contrabando incluso persuaden a muchos con sus supuestos sabores a frutas y dulces.

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“Estos cigarrillos con cápsula tienen ese doble problema aparte, pues está todo elemento de despertar la curiosidad y como hay variedad de sabores, incitar a mayor experimentación y cuanto más experimentes más probable es que desarrolle esa adicción, sobre todo con una sustancia tan delictiva como la nicotina. Entonces es el arma perfecta en un momento en que la industria había perdido clientes y necesita recuperarnos entre la población joven”, puntualizó Llorente.

Finalmente, Llorente aseguró que de cara a reducir el contrabando de tabaco y regular su mercado “es necesario la modificación del aspecto de los empaques para reducir su atractivo, regular contenidos, prohibir saborizantes y cigarrillos con cápsula, y ojalá adoptar etiquetado plano que despoje de toda característica de la marca a las cajetillas”.

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