En los últimos dos días los colombianos conocieron un problema que para muchos, hasta hoy, no existía y es la migración irregular de personas provenientes de países de África que buscando llegar a Centroamérica aterrizan en Colombia en escala y quedan atrapados en este país.
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La situación quedó revelada ante todos debido a que entre el lunes y martes Migración Colombia informó que había encontrado a un segundo menor de edad abandonado en el aeropuerto El Dorado de Bogotá el pasado 7 de diciembre y desde entonces se mantuvo oculto entre los demás viajeros africanos que arriban al Aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Lo que dijo Migración es que este menor de edad no tiene vínculo con un caso similar ocurrido el lunes con una niña de la misma nacionalidad, abandonada de la misma manera, y que ambas situaciones son casos que hasta ahora no se habían registrado.
Entonces, la Defensoría del Pueblo alertó a las autoridades sobre esta situación ya que, al igual que sucede en el Darién, hay niños a los que se les están violando sus derechos.
“Solo hasta cuando dos niños migrantes en situación de vulnerabilidad aparecen en el Aeropuerto El Dorado, volcamos como sociedad la mirada a la problemática. ¿Cuál? La de los menores de edad migrantes no acompañados, máxime cuando desde la Defensoría del Pueblo hemos venido advirtiendo sobre la gravedad de este fenómeno en el paso por la selva del Darién”, indicó el defensor Carlos Camargo.
Los dos menores de edad fueron irresponsablemente abandonados en El Dorado, a merced del destino, lo que genera toda una suerte de riesgos. “Por fortuna, la capital colombiana cuenta con la institucionalidad necesaria para que les sea brindada la atención y el restablecimiento de sus derechos”, agregó Camargo.
Según esta entidad, del medio millón de personas que en los primeros 11 meses del año pasaron por el Tapón del Darién, el 20% de ellos eran menores de edad, sin contar el subregistro de niñas, niños y adolescentes no acompañados que han estado expuestos a ser utilizados por los grupos del crimen organizado o las estructuras armadas ilegales para la comisión de delitos, o para ser víctimas de trata o violencia sexual.
Para la entidad encargada de difundir y proteger los derechos humanos, el caso de los dos menores de edad no acompañados es vergonzoso y deja claro que aún existen prácticas discriminatorias, dado que no solamente se trata de niños(as) no acompañados, sino de personas migrantes, de personas afro y en situación de vulnerabilidad económica. Son factores que se suman para agravar todavía más su situación, lo que implicaría una mayor obligación de gestión por las autoridades y la sociedad.