Este 2 de diciembre se cumplen 30 años de la muerte de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el hombre que sembró pánico y terror a lo largo de todo nuestro país. Su historia acabó en 1993 cuando fue abatido a tiros por la Policía en el tejado de una casa en Medellín.
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Escobar será una figura difícil de borrar de la historia, no solo por la violencia que causó, sino por el legado criminal que heredó sobre la cultura. Lo que algunos llamarían “cultura traqueta”.
Aunque en Medellín muchas personas rechazan la imagen de Escobar, otros siguen mostrando fascinación por su historia que ha sido ampliamente abordada por la industria del entretenimiento. ‘Pablo Escobar: El patrón del mal’, ‘Narcos’, ‘Escobar: La traición’ y ‘Capos de la droga’ son algunas de las series que giran alrededor de la vida del narcotraficante.
La vida entre joyas, mansiones, excesos y carros lujosos de este capo dibujó un imaginario colectivo sobre generaciones enteras. Todo eso adquirido bajo el costo de la ilegalidad y la muerte.
¿Cómo murió Pablo Escobar?
El 2 de diciembre de 1993, sobre las 2:00 p. m. se registraron múltiples llamadas entre Escobar y sus familiares, que se encontraban alojados en residencias Tequendama, centro de Bogotá. Durante unos 50 minutos, el capo olvidó una de sus principales reglas de supervivencia: no utilizar el teléfono en repetidas ocasiones, por lo que no imaginó que sus conversaciones de pocos minutos estaban siendo estrictamente monitoreadas por el Bloque de Búsqueda que estaba tras su rastro.
Al parecer, la conversación final de Pablo Escobar fue con su hijo, Juan Pablo, quien escuchó sus últimas palabras. Se cree que le dijo antes de morir que “algo extraño estaba pasando”. Fue en ese momento en la carrera 79B #45D-94, barrio Los Olivos, Medellín, donde Escobar apareció minutos más tarde tendido sobre un tejado, descalzo, con un jean y una camisa azul.
En la actualidad la muerte del capo sigue estando llena de teorías. Algunos aseguran que se suicidó, otros indican que fue dado de baja por Hugo Aguilar, o que lo mataron Los Pepes. Lo cierto es que todas tienen un mismo final: cesó la horrible noche de una de las épocas más sanguinarias en Colombia.
