Hace un par de semanas, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, anunció que oficialmente en Colombia ya estaba presente el fenómeno de El Niño, según la información recolectada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Sin embargo, esta declaratoria generó varias inquietudes en la ciudadanía porque coincidió con una temporada de lluvias en algunas ciudades del país.
¿Entonces? ¡Veamos qué es lo que está sucediendo!
Empecemos por la teoría: ¿Qué es el fenómeno de El Niño?
Lo primero que hay que saber es que el fenómeno de El Niño es un fenómeno natural. Según la Organización Meteorológica Mundial, este se caracteriza “por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera”.
Además, las mediciones más recientes han mostrado que desde septiembre de este año se han cumplido las condiciones para que ocurra este fenómeno. “Entre mayo y septiembre de 2023 pasó, respectivamente, de casi 0,5 °C a cerca de 1,5 °C por encima de la media a largo plazo”, informa la organización.
Según la misma entidad, hay una probabilidad del 90% de que El Niño esté presente entre noviembre del 2023 y abril del 2024, lo que se puede ver reflejado en inesperadas inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, olas de calor e incendios forestales.
¿Por qué se declara el fenómeno de El Niño si está lloviendo?
Para dar respuesta a esta pregunta debemos empezar por dejar claro que se trata de dos fenómenos distintos. Por un lado, el fenómeno de El Niño, como ya vimos, hace referencia a las variaciones en la temperatura del océano y al respecto la ministra Muhammad indicó que, “de acuerdo con el Ideam y todas las instituciones internacionales de meteorología se ha cumplido el quinto trimestre seguido, en donde las anomalías del océano Pacífico en temperatura están por encima de los 0.5º”. Además, si bien es cierto que con este fenómeno disminuye el nivel de lluvias, no quiere decir que desaparezcan por completo.
Por el otro lado, Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, explicó a través de su cuenta de Twitter que las lluvias que estamos experimentando actualmente se deben a que gran parte del país se encuentra en temporada de lluvias y la temporada de ciclones tropicales, que se traduce en altos niveles de precipitación para la región caribe y andina. “El fenómeno de El Niño no es el único fenómeno de variabilidad climática en el territorio nacional, ni su presencia anula los demás efectos climáticos”, puntualizó la directora.
Es decir, el fenómeno de El Niño sí está presente en nuestro país, pero sus efectos se sentirán con mayor intensidad durante la época seca, la cual se espera que empiece en la segunda mitad de diciembre.
El Niño y el cambio climático
No se sabe a ciencia cierta cuál es el efecto del cambio climático en la intensidad o frecuencia con la que se manifiesta El Niño. Sin embargo, las proyecciones indican que este fenómeno sí puede tener grandes consecuencias en el aumento de la temperatura promedio de la tierra y, según los expertos(as), el 2024 podría convertirse en uno de los años más calurosos de la historia, tal como ha pasado con las temperaturas registradas año tras año en las últimas décadas.
Por esta razón, se estima que en los próximos meses se presenten en algunas regiones de Colombia fuertes sequías, incendios forestales, desabastecimientos de agua, entre otros. En este sentido, el Gobierno Nacional ya anunció que se destinarán 2,2 billones de pesos para mitigar los efectos en 176 municipios.
Asimismo, se han emitido alertas para que las autoridades territoriales estén atentas a las redes de monitoreo hidrometeorológico para reducir riesgos. Además, se ha invitado a la ciudadanía para que sea cuidadosa con el uso del agua y el manejo de fogatas y colillas de cigarrillos.
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* Camino Hacia Carbono Neutral es un proyecto financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación. Desde el proyecto se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática, por medio de la creación de herramientas y alternativas que permiten incluir la descarbonización como parte esencial de la acción climática en el país, que buscan construir comunidades resilientes a la crisis.