Con un tambor los cuidadores del Aviario de la isla de Barú, hacen un llamado cada mañana para alimentar a cientos de aves que se reúnen a comer llenando con el esplendor de sus cantos, la orilla de una de las lagunas en esta reserva natural. En este espacio aliado y sonoro se realizó el lanzamiento del libro Isla Barú, paraíso de aves, que recopila información, historias y multimedia de cien especies de aves que habitan el territorio.
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Para su producción, el equipo de sostenibilidad y ambiental de Negocio de Desarrollo Urbano del Grupo Argos trabajó articuladamente con la Fundación Alas de Cristal, el Aviario Nacional, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique – Cardique y los Consejos Comunitarios de Ararca, Santana, Barú y Playa Blanca durante tres años.
“Estamos emocionadísimos de poder compartir este documento, porque para nosotros es dar valor a este activo natural de Barú es vital, también es una forma de reconocer ese capital de compartirlo y distribuirlo con toda la comunidad y así generar avenidas por las cuáles se pueda generar mucho valor para comunidad, los visitantes y la ciudad de Cartagena. Las aves representan un epicentro del capital ecológico de Barú y merecen ser conocidas por todos. Este primer libro es un primer paso en esa dirección con aliados para crear proyectos de impacto y vamos a publicar un segundo libro que nos emociona mucho más”, dijo a PUBLIMETRO David Gaviria, gerente Proyecto Barú, Grupo Argos.
— dijo a PUBLIMETRO David Gaviria, gerente Proyecto Barú, Grupo Argos.
El resultado final de este proceso contempla textos en español e inglés, además de una aplicación móvil que presenta una experiencia interactiva para profundizar en el conocimiento de las aves de la isla. Este libro podrá ser consultado de forma gratuita por locales y visitantes y busca entregar una herramienta para el avistamiento de aves e incluso identificar si se encuentran en peligro de extinción.
“El libro recolectó información de especies de aves que son importantes de Barú. Tener esta información, organizada de esta manera, con fotografías hermosísimas e ideales nos garantiza que la comunidad pueda acceder a este conocimiento con la frase “conocer para conservar” y Barú está teniendo un crecimiento de diferente índole y es importante conocer lo que tenemos y cómo podemos ayudar para articularnos. No impedir el crecimiento, pero sí articular con los procesos de conservación, para generar un beneficio mutuo”,
— explicó Jeisson Castro, biólogo y el encargado de coordinar el área técnica manejo de cuidadores y nutrición de animales en el Aviario Nacional.
De igual forma, para Hugo Vides, pajarero y observador de aves, esta publicación se convierte en un instrumento para que pueda ser usado por el público en general que desee acercarse al cielo de las aves. “Necesitamos muchas más publicaciones así como este libro, porque son mecanismos, vehículos que nos ayudan a acercarnos con la naturaleza y recopila información técnica en formato accesibles, para que tanto propios, como visitantes conozcan más sobre la biodiversidad local. Su mensaje principal es acercar a más personas a que conozcan la naturaleza”.
Por su parte, la Fundación Alas de Cristal, diseñadores del libro, tuvieron que sacar de los anaqueles de los científicos ese lenguaje estructurado y técnico de la biología para ponerlo al alcance de los niños y la población multigeneracional que va a poderlo leer.
“La Fundación Alas de Cristal une dos temas: arte y tecnología para darle alas a un sueño y en este caso es proteger la biodiversidad y este es el primer capítulo de dos, que pronto van a tener en sus manos con las demás especies que forman parte de esta bella isla y que todos puedan descargar esa aplicación y se maravillen con todos estos datos curiosos y cómo inspiran la música, la literatura, la poesía, cómo las tortolitas tienen historias para contarnos y cómo podemos maravillarnos con sus cantos”,
— detalló Mariana Escobar Calvo, de la Fundación Alas de Cristal.
Este proyecto también fue celebrado por la National Audubon Society, que es una organización sin ánimo de lucro estadounidense dedicada a la conservación de la naturaleza. Fundada en 1905, es una de las organizaciones conservacionistas más antiguas del mundo. Afirmaron que desean poder trabajar en el Caribe, por las oportunidades para poner en marcha varios corredores de avistamiento de aves y para este tipo de proyectos y así devolverle a la sociedad civil una forma de sostenibilidad.
El Aviario Nacional de Barú, un paraíso de aves para conocer
Ubicado a pocos metros de Playa Blanca en Barú a 45 minutos de Cartagena, el Aviario Nacional cuenta con más de mil setecientas aves, muchas de ellas extraídas de sus hábitats por el tráfico ilegal de animales. La reserva cuenta con 22 exhibiciones abiertas al público. El lugar presenta cuatro ecosistemas presentes en Barú desde la selva húmeda tropical, la zona litoral, desierto y manglar.
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“Dejamos un fuerte mensaje hacia la conservación de las especies partiendo desde su recuperación, porque al Aviario Nacional llega más del 98 por ciento de las especies de aves producto del tráfico ilegal, entonces es una segunda oportunidad para ellas y los visitantes al ingresar al aviario pueden conocer los efectos que deja el tráfico de estas aves y cómo esto se ve reflejado en la pérdida de las especies y la disminución de sus poblaciones. Extraer un ave de su territorio es afectar a todo un ecosistema, incluyendo el humano”, expuso el biólogo Castro a este medio.
También en el recorrido para visitantes presentan un espacio educativo titulado Aves al vuelo en un teatrino dispuesto para la enseñanza de las aves al público general.
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“Los visitantes pueden ver de primera mano cómo el tráfico animal afecta a las aves al ver que muchas tienen limitaciones físicas y de comportamiento y no pueden regresar a su hábitat natural y eso genera esa sensibilización que queremos que el público conozca desde el Aviario Nacional”, recalcó Castro.
Buscan otro tipo de turismo para Cartagena y Barú
Por su parte, María Carolina Cortez, directora de Gestión de Destino de Corpoturismo en Cartagena contó cómo en esta administración están apoyando otro tipo de turismo de naturaleza en Barú y el libro servirá para capacitar a los próximos guías locales del mundo animal. “Con los consejos comunitarios de las comunidades estamos priorizando a Barú, Boquilla, Tierra Bomba y otros territorios para ver qué productos hay enfocados a naturaleza y cultura, con el fin de cambiar ese turismo de excesos que no queremos más en Cartagena. No queremos ese turismo degenerativo sino otro tipo de ofertas para un público distinto que le aporte más a las comunidades para dar a conocer los atractivos naturales de nuestro territorio”, concluyó.
La cifra: Barú cuenta con casi el 10 % del total de las especies que pueden ser avistadas en Colombia.