El proyecto de ‘Paz Total’ como política de Estado propuesta por el Gobierno del presidente Gustavo Petro se encuentra atravesando una de las mayores crisis registradas hasta el momento. A pesar de los esfuerzos por conversar, remediar, erradicar los grupos armados y establecer la idea de lograr una paz absoluta, donde los homicidios y la violencia dejen de teñir las portadas de los diarios, parece cada vez más difícil de alcanzar.
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Desde sus primeros días en el cargo, el presidente manifestó que su principal misión era convertir a Colombia en “una potencia mundial de la vida”. Esas ideas, hoy convertidas en políticas de Estado, tratan de abrirse paso en la vida pública, sin embargo, recientemente sufrieron un fuerte choque con la realidad. Al parecer, las negociaciones simultáneas que el Gobierno ha abierto con múltiples grupos armados a nivel nacional, no ha dado los resultados iniciales esperados. Por el contrario, expertos aseguran que esa simultaneidad ha provocado un enorme esfuerzo logístico estatal que dificulta el proceso.
La situación de la ‘Paz Total’ no solo es complicada por las últimas decisiones desafiantes que ha tomado el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra el cese al fuego acordado con la nación. Ahora la decisión del Estado Mayor Central (EMC), considerada la disidencia más prominente de las extintas FARC, pone ‘contra las cuerdas’ al presidente Petro. Decidieron suspender su participación en la mesa diálogos y amenazaron al Estado con terminar las negociaciones de paz “de manera definitiva”.
Aunque ambos bandos (EMC y Gobierno) han manejado un cese de operaciones bélicas desde el pasado mes de octubre, la guerrilla terminó por alegar que el Gobierno no ha cumplido con el protocolo establecido en un principio, por lo que se sienten inconformes. La guerrilla denuncia que los militaren han aumentado su presencia en zonas que habían acordado desalojar.
Sin embargo, el centro de la discordia entre militares y guerrilleros en días recientes se puede resumir a un pedazo de territorio conocido como El Plateado, un corregimiento ubicado en una zona privilegiada (concentra un 50% de los cultivos de coca en el Cauca, por la fertilidad de las tierras y el dificil acceso, que favorecen el mantenimiento de la hoja). El sitio es tan codiciado para el negocio del narcotráfico, que en la actualidad, tanto el EMC, el ELN y grupos paramilitares se pelean por dominarlo.
Además, durante las Elecciones Regionales, hubo polémica por la presencia de guerrillas en el municipio, por lo que la fuerza pública tuvo que tomar el control del municipio para garantizar la seguridad durante los comicios. Sin embargo, eso aumentó las tensiones, cuando en redes sociales se hizo viral una grabación en la que se ve a una multitud de personas, aparentemente, tratando expulsar al ejército. Eso fue interpretado como una amenaza contra la institucionalidad por la opinión pública.
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Sumado a lo anterior, un comandante de una unidad militar afirmó que, durante el desarrollo de operaciones de desminado, sus hombres fueron retenidos por el EMC. Sin embargo, gracias a una misión humanitaria, que incluía a la Defensoría del Pueblo, la OEA y la misión de verificación de la ONU, logró la liberación de los 200 miembros. Aunque el comandante no calificó la escena como un secuestro, señaló que es preocupante que hayan sido campesinos quienes los retuvieron.
Ante la situación, el presidente Petro le advirtió a las disidencias que la paz solo será posible si dejan a un lado sus economías ilegales.
“El EMC ha resuelto no asistir a la mesa de negociación sin romper la tregua. Eso no es posible. El cese al fuego solo es posible si avanza la negociación en sustitución de la economía ilícita y el fin de hostilidades a la población civil”, anotó Petro.
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Aunque los expertos aseguran que es común apreciar este tipo de problemas en los diferentes procesos de paz, por las constantes tensiones como las mencionadas previamente, particularmente este proceso, sí ha presentado muchas trabas significativas. Por supuesto, esos inconvenientes han sido difíciles para el presidente Petro y sus delegados en misiones de paz, quienes esperaban una colaboración más significativa por parte de los grupos armados. Además, los escasos pronunciamientos del Gobierno frente a la situación de crisis no han ayudado mucho.
Este anuncio del EMC hace tambalear la ‘Paz Total’. Sin embargo, solo el tiempo definirá el rumbo de la bandera más importante del primer presidente de izquierda en Colombia.
