El rostro del chef Daniel Sancho parece cansado y desmejorado. Sus uñas están mordidas y sus manos muestran signos de nerviosismo. En algunos momentos, Sancho hace gestos con las manos, como si estuviera enojado o frustrado. Tras las rejas ha recibido la visita de sus padres y está a la espera de que se le asigne un abogado para poder enfrentar el proceso que se le avecina por el brutal asesinato del colombiano Edwin Arrieta.
Recordemos que Sancho fue detenido el pasado 5 de agosto en la isla de Phangan, tras confesar el asesinato y descuartizamiento del galeno colombiano, cuyos restos fueron esparcidos por la isla y el mar.
La última imagen se conoció de Sancho fueron las suministradas por las autoridades tailandesas al momento del traslado hacia el centro carcelario. En ese momento, el español lucía una frondosa melena hasta los hombros, con el torso descubierto y un rostro poco expresivo.
Recientemente, el programa de la televisión española TardeAR logró obtener las que serían las primeras imágenes de Sancho desde que fue recluido en la cárcel. De aquel joven atlético, cabello largo y mirada profunda, no queda nada.
El chef español ahora luce rapado, subido de peso y visiblemente agotado. El proceso, que apenas empieza, ha sido fuerte para el confeso homicida del cirujano cordobés.
En las imágenes de la nota de televisión se ve a Sancho junto a unos oficiales de policía: viste una camiseta de color marrón, una pantaloneta negra corta, un tapabocas y sus expresiones dan cuenta de que está cansado y un poco perdido. No quedan ni rastros de la altivez que lo caracterizaba.
Sancho debe permanecer preso mientras se define quiénes asumirán su defensa y la fecha del juicio, el cual será decisivo para saber el destino del hijo del actor Rodolfo Sancho. La Fiscalía tailandesa aseguró hace una semana que un asesinato premeditado se castiga con pena de muerte, el mismo castigo que en un principio pidió la Policía.
“Hay una acusación de asesinato premeditado, hay preparación, cosas que compra. Se compra un equipo para cometer un delito, está planeado. Además, también existe el delito de ocultación y traslado de cadáver. El cargo más grave en este momento es el de asesinato premeditado, según la ley tailandesa se castiga el delito, que en este caso es la pena de muerte”, dijo Naron Srirasan a una periodista de TardeAR, del canal Telecinco.
La familia de Daniel Sancho está haciendo todo lo posible para que no tenga que ser condenado a pena de muerte y, en cambio, le rebajen la pena. Además, buscan que sea extraditado a España, una probabilidad casi que remota.